Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), fue cuestionado sobre los casos de pederastia al interior de la Iglesia Católica y afirmó que en México se busca que las víctimas tengan justicia porque es un mandato de su Dios.
“Tenemos la obligación civil de notificarle a la autoridad e iniciar los procesos de investigación propios canónicos y la autoridad también los propios”, dijo al salir de una reunión que sostuvo con el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional.
“Llevar a cabo proceso para que no nada más se haga justicia en cuanto a las víctimas, sino para que también podamos cumplir lo que el Papa y Dios mismo quiere: cero tolerancia y que no haya posibilidad de nuevas víctimas y justicia para todo menor“, refirió Miranda Guardiola.
El representante de la CEM aseguró que a raíz de las denuncias de violaciones por parte de sacerdotes contra menores se establecieron “líneas guía y protocolos jurídicos”, que se ponen en marcha cuando se conoce un caso de violación, los cuales fueron mandatados desde El Vaticano.
“Tenemos las líneas guía y protocolos jurídicos. En México, por ejemplo, cada obispo en su diócesis notifica, cuando hay un abuso, directamente a la Fiscalía estatal, donde se inician los procesos civiles que culminan en sanción civil, en cárcel, etcétera”.
“Además del proceso canónico que también culmina cuando el hecho enjuiciado termina en la expulsión del sacerdocio, eso en cuanto al proceso canónico“, detalló.
Apenas el 6 de febrero el Pleno de la Cámara de Diputados avaló reformar el Código Penal Federal a fin de establecer que el delito de pederastia es imprescriptible.
Hasta este momento las agresiones cometidas contra menores, ya sea en su modalidad de abuso, corrupción de menores, pornografía infantil y lenocinio, tienen una pena de nueve a 18 años de prisión.