Buena parte de la mitad de la población de México decidió sumarse al paro nacional de mujeres, quienes visibilizaron su peso en la sociedad y exigieron el fin de la plaga de feminicidios en el país
Tras las multitudinarias movilizaciones con motivo del Día Internacional de la Mujer, México despertó sorprendido frente a una imagen insólita de calles, plazas, escuelas, universidades, oficinas y centros comerciales sin mujeres, que se sumaron a un paro nacional para visibilizar su peso en la sociedad azteca y exigir el final de una plaga de feminicidios extendida por todo el país.
Durante este lunes 9 de marzo, buena parte de más de la mitad de la población mexicana –conformada por 125 millones de personas– decidieron no salir de sus casas, no ir a trabajar, no asistir a la escuela, no consumir producto alguno y no usar su automóvil ni el transporte público.
Convocada por diversas organizaciones feministas, la jornada #UnDíaSinNosotras ha servido para sacudir la consciencia colectiva de la nación entera, luego de que –durante el año pasado– más de mil mujeres fueran asesinadas por el simple hecho de ser mujeres.
“Paramos porque la máquina de muerte que ha operado contra nosotras tiene que detenerse. Nosotras no vamos a participar de ese escenario que nos han querido vender como única posibilidad de vida. Hoy, en ausencia y silencio, retumba en las calles la consigna de ‘no más’”, declaró la diputada federal independiente Ana Lucía Riojas Martínez a la agencia británica de noticias Reuters.
En la Ciudad de México y otras urbes del país, fue evidente la disminución de las actividades cotidianas en las calles y avenidas, la mayoría de los bancos mantuvieron cerradas sus puertas, muchos restaurantes y tiendas optaron por no abrir; y las periodistas decidieron no cubrir la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, casi todas las mujeres que viven en la informalidad laboral no pudieron darse el lujo de faltar a trabajar. “Me dijeron que si no venía no me iban a pagar el día. Sí hay mucha inseguridad en México. A mí me ha pasado, en una ocasión que fui en el Metro, un señor mayor de edad intentó propasarse”, contó Yesenia, quien vende comida en una transitada vialidad de la capital mexicana.