La universidad de Northwestern desarrolla una mascarilla facial médica modificada químicamente que puede desactivar el nuevo coronavirus que causa COVID-19, la cual brindará protección al personal de salud
Un grupo investigadores de la Universidad de Northwestern desarrolla una nueva mascarilla médica autodesinfectante que desactivan a los virus al contacto.
El equipo dirigido por el Profesor de Química Omar Farha recibió una donación de la National Science Foundation para desarrollar una máscara facial modificada químicamente que puede desactivar virus, incluido el nuevo coronavirus que causa COVID-19, señaló la universidad en un comunicado.
Además de reducir la propagación del virus, la innovación permitirá a los trabajadores de la salud reutilizar máscaras faciales protectoras, que son muy escasas.
El proyecto es el último en Northwestern en recibir una subvención de investigación de respuesta rápida (RAPID) de la National Science Foundation, que ha pedido propuestas inmediatas que tengan el potencial de abordar la propagación de COVID-19.
El equipo de Farha no está comenzando desde cero. El grupo ya ha creado un nanomaterial que desactiva los agentes nerviosos tóxicos, una innovación que protegerá a aquellos que enfrentan peligros como la guerra química. La nueva investigación se basará en ese trabajo para incorporar agentes antivirales en los equipos que protegerán a los trabajadores de la salud mientras combaten la pandemia de COVID-19.