Este martes, integrantes de la Comisión de Salud del Congreso de Querétaro aprobaron el dictamen sobre el derecho que tiene el personal de salud a negarse a prestar un servicio si este va en contra de sus valores
Alejandra Martínez Galán y Maricruz Ocampo Guerrero, activistas y defensoras de los derechos humanos en la entidad, consideraron que el dictamen sobre objeción de conciencia no especifica los lineamientos de cuándo médicos y enfermeras podrían ser o no objetores de conciencia; además, Ocampo Guerrero refirió que la reforma es inútil, porque esta figura ya existe en la Norma Oficial Mexicana 046 sobre violencia familiar, sexual y contra las mujeres.
Esto, luego de que las integrantes de la Comisión de Salud del Congreso de Querétaro aprobaron este martes el dictamen sobre el derecho que tiene el personal de salud a negarse a prestar un servicio si este va en contra de sus valores.
Guerrero Ocampo, integrante del Centro Latinoamericano para La Paz, la Cooperación y el Desarrollo, aseguró que la razón por la que se votó la objeción de conciencia es para que una enfermera o médico nieguen la atención médica de salud a un miembro de la comunidad LGBTI o a una mujer u hombre trans; y también podrían argumentarlo para no atender a un indígena porque no están de acuerdo con que la gente no hable español.
Propuso que los centros de salud públicos que se sostienen del dinero de todos no deben contratar como parte de su personal médico a objetores de conciencia que pudieran poner en riesgo la salud de los demás.
Martínez Galán, representante de la Asociación Queretana de Educación para las Sexualidades Humanas (Aquesex), consideró que hay un vacío legal en la reforma, porque no especifica en qué casos los médicos serán objetores de conciencia.
“El hecho de no especificar que serán objetores de conciencia al practicar un aborto en caso de violación, eutanasia o para atender a transgéneros representa este vacío, la posibilidad de que bajo cualquier excusa el personal médico se pueda excusar por esta cuestión de conciencia; esto, si bien lo reconoce la ley, sí hay discusión en torno a ello, porque entonces lo que se coloca en discusión es el estado laico y cómo unas atribuciones personales tendrían que estar irrumpiendo en el espacio público”.
