En el documento se recomienda a la comunidad parroquial, rectoría o capellanía, elaborar su estrategia por templo, según su realidad de aforo y vocación
A partir de este miércoles, 115 parroquias que pertenecen a la Diócesis de Querétaro abrieron sus puertas bajo los “Lineamientos para la reapertura del culto en tiempos de pandemia”, de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
En un documento firmado por el obispo emérito de Querétaro y administrador diocesano, Mario de Gasperín Gasperín, se recomienda a la comunidad parroquial, rectoría o capellanía, elaborar su estrategia por templo, según su realidad de aforo y vocación.
Con la activación del semáforo naranja, se permite la asistencia de grupos que no superen el tercio del aforo de la iglesia, los cuales deberán guardar entre sí la distancia de seguridad recomendada (un metro y medio); y se permite asimismo la reunión de grupos de no más de 10 participantes, guardando entre sí la distancia recomendada.
De acuerdo con este protocolo, los templos deberán ser limpiados con frecuencia, aplicando las medidas de higiene y desinfección recomendadas por la autoridad sanitaria; desinfectar los bancos y se recomendará a los fieles que no toquen ninguna imagen sagrada, y, si es necesario, se delimitarán algunos espacios; además, se publicará -en un lugar visible- el número de personas permitido en ese centro de culto.
También, se recomienda a los fieles acudir al templo con tapabocas, las pilas de agua bendita permanecerán vacías y las puertas de los templos deberán estar abiertas para evitar que los asistentes las manipulen.
Al interior de las parroquias, los bancos deberán estar marcados con los lugares asignados para sentarse, a fin de garantizar la distancia entre fieles, incluso se podrán bloquear los espacios que no deban ocuparse, además de que se deberá hacer uso de bancos alternos para mantener la debida distancia con los fieles que estén delante y detrás.
