La UNAM enfatizó que la pandemia de COVID-19 en México profundizó la brecha entre las personas que siguen teniendo ingresos para acceder a créditos y aquellas que no
La contratación de un crédito puede ser una manera para sortear los efectos de la crisis económica provocada por la nueva cepa de coronavirus, especialmente al interior de los hogares.
Aunque el crédito es una alternativa, es importante precisar que la pandemia profundizó las diferencias en el acceso al crédito, principalmente en dos grupos: los que siguen generando ingresos y pueden hacer frente a sus compromisos financieros y los que no.
Y de acuerdo al grupo donde se encuentren las personas será la manera de enfrentar la crisis con ayuda del crédito y holgar la economía de hogar, dijo Violeta Rodríguez del Villar, especialista del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
Durante la conferencia virtual ¿Cuál es el estado de salud del bolsillo de los mexicanos? organizada por el IIEc de la UNAM, se expuso que así como en la caída en los ingresos y la economía de los hogares ha sido diferenciada entre estratos socioeconómicos, el acceso al crédito y el uso del mismo, en línea con el riesgo y la vulnerabilidad, también será diferenciado.
En México los efectos ya pueden observarse con la pérdida de empleos, el incremento de la pobreza y desigualdad y la caída generalizada del ingreso, comentó otro de los investigadores del IIEc de la UNAM, César Armando Salazar López.
El PIB se contrajo cerca de 19 por ciento en el segundo trimestre del año, según la estimación del INEGI y ya se registran cerca de un millón de plazas formales perdidas. El impacto de la recesión y las eventualidades económicas ya golpea con mayor profundidad a los grupos vulnerables de la población; aunque todos serán afectados por la recesión no será en la misma medida.
La población más afectada serán los trabajadores informales, los trabajadores formales que perdieron su empleo, los trabajadores independientes que han visto sus ingresos contraerse de manera importante, los negocios familiares o las trabajadoras domésticas. Al tiempo que este sector confirma el grupo de quienes tienen más obstáculos para acceder al crédito o quienes deban pagar costos más elevados por él. Los especialistas de la UNAM coinciden en la importancia de tomar elecciones que mejoren las condiciones de la deuda que están adquiriendo.
Considerando que el costo del crédito es significativamente mayor para la población de menores ingresos, y paradójicamente, más bajo para quienes tienen una mejor situación económica, en línea con el riesgo, las personas del primer grupo deberán buscar y aprovechar la crisis para conseguir reestructuraciones de la deuda, las oportunidades de aplazar la deuda y otros incentivos que está ofreciendo la banca, comentó.
Quienes se encuentran con una mejor situación financiera tienen una oportunidad importante para adquirir crédito, especialmente si son inversiones de capital: créditos hipotecarios, automotrices u otros bienes duraderos.
El panorama del crédito y otros servicios financieros también se encuentra transformándose en línea con la economía y la sociedad. “A escala global se lleva una tendencia a la baja en tasas de referencia, que si bien no tiene un impacto directo en el costo del crédito ni en las tasas de interés, sí genera la posibilidad de aumentar la oferta de crédito en la población”, dijo César Armando Salazar. Y el uso adecuado y oportuno del crédito puede ser una de las herramientas que incentiven la recuperación económica de los hogares, y el país.
Los ponentes concuerdan también en la importancia de que, especialmente los hogares de menores ingresos, busquen acceder al crédito que financien el aumento de la riqueza y no el consumo inmediato. “Es complejo especialmente en un momento de crisis, porque hay emergencias, pero siempre que exista la posibilidad se debe preferir el crédito para bienes o servicios que nos permitirán incrementar ingresos o riqueza”, dijo la especialista.
Otro de los puntos a destacar para el uso eficiente del crédito en los hogares con mayor incertidumbre económica es preferir los créditos que están adecuados a sus condiciones, principalmente financiados por el gobierno, como el programa de Créditos a la palabra. Esto permitirá que el costo del crédito no sea tan elevado como resultaría en la banca privada.
“Es importante que el uso del crédito también incluya una reestructuración en los gastos del hogar”, dijeron los ponentes. Especialmente en situaciones de crisis como la que enfrenta México actualmente, al adquirir deuda se debe pensar en cómo se pueden aumentar los ingresos para pagarla, y de no ser posible aumentar los ingresos entonces buscar modificar los hábitos de gasto dentro de la vivienda para poder hacer frente al compromiso financiero en tiempo y forma.
Por otro lado, para los hogares con mejores posibilidades económicas, los especialistas comentan que es un buen momento para hacer uso del crédito, no sólo porque la banca privada está ofreciendo facilidades e incentivos, sino también porque el uso del crédito tiene un efecto importante en el nivel de consumo. Al mismo tiempo que el consumo privado de los hogares impacta de manera directa en la economía nacional.
La educación financiera va a ser clave para que la población mexicana haga uso efectivo del crédito y esto, a su vez, sea un catalizador de la recuperación económica, concluyeron los expertos de la UNAM.