Pese a la promesa de López Obrador de no endeudar al país, la deuda pública de México representa 60.2% del PIB, es decir, el endeudamiento público ha aumentado 10 puntos porcentuales durante este año
La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador fijó entre sus metas un tope del 70 por ciento para la deuda bruta del país como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), un nivel que, según expertos, refleja el deterioro económico y que de alcanzarse podría impactar la nota soberana.
Según el informe del segundo año del gobierno actual, la deuda se elevó en junio a 60.2 por ciento del PIB, casi 10 puntos porcentuales más que al cierre de 2019, a pesar de la estrategia del mandatario de no pedir créditos internacionales para combatir los efectos de la pandemia de coronavirus.
“Lo más importante es saber qué hará el gobierno cuando la deuda se acerque a ese límite y cómo llegó a ese número”, dijo Benito Berber, economista en jefe para México del banco francés Natixis. La Secretaría de Hacienda no ofreció detalles a una solicitud de comentarios por parte de Reuters.
Entre las causas del aumento de la deuda respecto al PIB, las calificadoras destacaron los mayores diferenciales de tasas, la caída del peso, y el histórico desplome económico, pero también coincidieron en que se sumarán mayores riesgos asociados a Pemex.
“La mayor parte del incremento esperado tiene que ver con una carga más alta de interés. Si bien las tasas están bajando, los inversionistas están demandando una prima de riesgo más alta a México”, dijo Ariane Ortiz-Bollin, analista a cargo de la nota soberana en Moody’s.
En tanto, para S&P, cuya metodología mantiene atadas las calificaciones de Pemex y la soberana, el potencial apoyo estatal a la petrolera podría ser un riesgo si las deudas combinadas se elevan demasiado, lo cual es factible, opinó Lisa Schineller, analista para América Latina de la firma.
A principios de 2020 las principales agencias calificadoras hicieron recortes a la nota soberana de México, alimentando los temores de que el país perdiera el grado de inversión, ante la falta de apoyos fiscales en medio de la crisis desatada por la pandemia y el clima de incertidumbre, aupado por las políticas gubernamentales.
“Hay varios detonadores (para un recorte de calificación), pero uno es precisamente si sube o si creemos que va a subir el ratio deuda/PIB derivado de políticas o de los efectos del virus en la economía”, dijo Charles Seville, codirector de notas soberanas de América en Fitch.
Sin embargo, el experto aseguró que tiene la expectativa de que el gobierno se ciña a su política fiscal estricta para estabilizar la deuda, refiriéndose al Presupuesto 2021 que entregará el martes la Secretaría de Hacienda al Congreso.