La directora de los Servicios de Salud del estado de Querétaro, Martina Pérez Rendón, puntualizó que la mayoría de los 142 brotes familiares de COVID-19 han ocurrido como consecuencia de una reunión
Desde el inicio de la pandemia por COVID-19, en el estado de Querétaro se han registrado 142 brotes familiares de coronavirus, de los cuales, en su mayoría, han tenido su origen en momentos posteriores a una reunión, informó la directora de Servicios de Salud de la entidad, María Martina Pérez Rendón.
Abundó en que, por lo anterior, se ha insistido en evitar las celebraciones y postergarlas para otro momento o que, por ejemplo, la convivencia sea solo entre la familia que habitualmente se reúne y que habita en el mismo domicilio, para evitar la exposición de grupos vulnerables al padecimiento causado por el virus SARS-CoV-2.
“Lamentablemente, sí llega a haber pérdidas o casos graves, de ahí el porqué de la recomendación que hemos insistido, (…) el que se eviten las reuniones”, puntualizó.
Abundó en que, tras los festejos patrios, los servicios de salud púbicos deben permanecer atentos al comportamiento de la enfermedad en el estado, ya que, indicó, no se descarta que pueda haber un incremento en los contagios de Covid-19.
En este sentido, recordó que el 15 de septiembre la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios verificó 22 establecimientos y dejaron 38 recomendaciones, pero no se realizó ninguna suspensión; agregó que Protección Civil intervino en algunas reuniones y eventos llevados a cabo en la capital, San Juan del Río, El Marqués y Cadereyta.
“Del día 16, en particular, algo relevante qué comunicar, no, o sea el trabajo rutinario. No tenemos una notificación puntual, el día especialmente cuidado fue el día 15”, señaló.
En cuanto a los casos de COVID-19 reportados en el Congreso estatal, incluido el de la diputada Guadalupe Cárdenas Molina, mencionó que la Legislatura no ha requerido el apoyo de la Secretaría de Salud; sin embargo, enfatizó que en caso de requerirse se actuará.
Manifestó que ya suman mil 358 trabajadores de la salud contagiados desde el inicio de la pandemia; de estos, el 94 por ciento fue dado de alta y solo hay 75 casos activos.