El expresidente de Francia, Nicolás Sarkozy, enfrenta acusaciones de corrupción por presuntamente haber recibido recursos para su campaña por parte del régimen de Libia, del fallecido líder Muamar Gagafi
El juicio por corrupción contra el expresidente de Francia, Nicolás Sarkozy, se reanudará el lunes, después de que el tribunal penal de París rechazara ayer 26 de noviembre, una solicitud de uno de sus coacusados de aplazarlo por motivos de salud.
El tribunal rechazó una solicitud presentada por uno de los acusados junto a Sarkozy, el juez jubilado Gilbert Azibert, de 73 años, que había pedido un aplazamiento del juicio para no exponerse al COVID-19.
Con base a un examen médico que solicitó, la corte concluyó que Azibert estaba en condiciones de comparecer y le ordenó que se presentara en persona el lunes, antes de suspender la audiencia hasta esa fecha.
Este juicio, que debe durar tres semanas, es inédito ya que Nicolas Sarkozy es el primer exmandatario francés en sentarse físicamente en el banquillo de los acusados.
Antes de él, solo un expresidente galo, Jacques Chirac, su antecesor y mentor político, fue juzgado y condenado por malversación de fondos públicos cuando era alcalde de París, pero debido a problemas de salud nunca compareció ante la corte.
Este caso, conocido en Francia como el “de las escuchas” tiene su origen en otro caso que amenaza a Sarkozy, el de las sospechas de que recibió financiación del régimen libio de Muamar Gadafi durante la campaña presidencial del 2007 que le llevó al Elíseo, y también de la dueña de L’Oreal, Liliane Bettencourt.
Los jueces habían decidido intervenir el teléfono del expresidente y fue así que descubrieron que tenía una línea secreta en la que utilizaba el seudónimo “Paul Bismuth”.
Según los investigadores, algunas de las conversaciones que tenía allí revelaron la existencia de un pacto de corrupción. A través de su abogado Thierry Herzog, Sarkozy habría tratado de obtener información secreta de otro sumario a través del juez Azibert, precisamente sobre la financiación irregular para su campaña electoral.