En entrevista, Alán Córdoba Guerrero, quien se desempeña como psicólogo en el programa “De joven a joven”, aseguró que muchas de las situaciones que la gente ha experimentado actualmente en el terreno emocional son asuntos que vienen de tiempo atrás, incluso, mucho antes del coronavirus
Con la llegada de la pandemia de Covid-19 sobrevino el encierro y, con este, “los demonios” de las personas salieron de diferentes lugares y comenzaron a invadir su espacio; por ello, aquellas situaciones e ideas añejas que se creían trabajadas, resueltas y superadas, volvieron a aparecer en el día a día de la población.
De esta forma, Alán Córdoba Guerrero, quien se desempeña como psicólogo en el programa “De joven a joven”, describió los efectos colaterales de la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2 en la sociedad. En entrevista, abundó en que muchas de las situaciones que la gente ha experimentado actualmente en el terreno emocional son asuntos que vienen de tiempo atrás, incluso, mucho antes del coronavirus.
“El hecho de que ahorita haya tanta relevancia en salud mental, no es porque ahorita haya un problema de salud mental latente. Claro, tiene que ver mucho el estrés que hay y todo eso, pero el problema de salud mental viene desde mucho tiempo atrás. La inatención de nuestra salud mental viene de mucho tiempo atrás y, ahorita, están como explotando estas pequeñas bombas”, explicó.
Un fantasma regresa; otro ¿aparece?
En “De joven a joven”, debido al número de atenciones que brindan -alrededor de 200 al mes, de acuerdo con datos proporcionados por la coordinadora de Innovación en Gestión Emocional de la Secretaría de la Juventud (Sejuve), Itzel de la Peña Lozano-, las historias se cuentan en grandes cantidades y a través de diferentes plataformas: Facebook, WhatsApp e Instagram.
De entre tantas anécdotas, Alán Córdoba recordó un par, mismas que, dijo, han marcado el trabajo que realiza dentro del programa. La primera ilustra el regreso, años más tarde, de situaciones aparentemente resueltas. La segunda se relaciona con eventos de violencia en la pareja que, junto con la ansiedad, el estrés y cuestiones laborales, enlistó, han sido constantes a lo largo de la pandemia.
“Esta usuaria, creo que fue hace unos meses, pero había permanecido encerrada todo el año; entonces, de repente uno se encuentra así y, digo, es una frase, a lo mejor, que muchos hemos escuchado, pero todos tienen sus demonios. Normalmente, en la cotidianidad podemos ir de aquí para allá, nos distraemos, pero ya cuando estás encerrado en tu casa, de repente esas ideas empiezan a aparecer (…).
“Con esta usuaria, me acuerdo, fue muy significativo para mí, porque fueron problemas de hace años, de décadas atrás; entonces, esta usuaria sí se preguntaba mucho: ‘¿Como por qué me está afectando ahorita?’. Ella, se supone que ya lo había trabajado, que ya había ido al psicólogo. (…) Era una situación con su familia, una defunción por ahí que ella pensaba que ya había superado, un familiar muy cercano y que, al final de cuentas, le estaba pesando”, narró.
Córdoba Guerrero compartió que conoció también el caso de una pareja, uno de cuyos integrantes comenzó a experimentar episodios agresivos, los cuales, a lo largo de años de relación, nunca se habían presentado.
“Era muy significativo el acompañamiento con esta paciente, porque era un entredicho decir: ‘Yo lo conozco de hace años y no era así y, de repente, algo sucedió por esta pandemia que se vuelve así, ¿qué hago?, ¿me quedo con él?, porque esta pandemia va a seguir y, en algún momento, él va a retornar a lo normal, por decirlo de alguna manera, a su actitud como antes… ¿o lo dejo por las actitudes que tiene ahorita y ya yo hago mi vida?’. Entonces, es esta cuestión y que es un malabarear entre los psicólogos, que obviamente no le vas a decir a la persona qué hacer, porque no estamos ahí para eso, pero sí le das ciertas herramientas para que tome la responsabilidad de la decisión que va a tomar”, relató.
Ambos casos, reiteró, recibieron atención psicológica en su momento, tal como lo hacen los psicólogos que, como Alán Córdoba, al estar expuestos a las emociones de los demás, también requieren de un profesional de la salud mental.
Aprendizajes con emociones
Para recibir atención en el programa “De joven a joven”, que este 2021 cumple 21 años de servicio, las personas cuentan con distintas plataformas de contacto; no obstante, de acuerdo con el entrevistado, la más común es WhatsApp, lo cual, reconoció, hace compleja las labores de contención o acompañamiento, pues, a pesar de que existen elementos como el texto y la voz, se carece del lenguaje corporal.
A pesar de las dificultades, acotó, los psicólogos que brindan el servicio han superado las barreras y se han adaptado a la manera en que los usuarios buscan atención. Destacó que, en todo momento, se busca preguntar y no suponer alguna circunstancia; por ello, refirió, las sesiones de primera vez pueden durar 30 minutos, o bien, extenderse durante tres días en diferentes horarios.
“Tenemos la posibilidad de hacer un acompañamiento de seis a ocho sesiones, nosotros tenemos una base de datos, una lista que nosotros la llamamos de voluntarios; los anotamos en esta lista, nosotros, obviamente, tenemos agendados ciertos pacientes a diferentes horas y les llamamos en un posterior momento, no más de una semana, para poder agendarlos a ciertos psicólogos o psicólogas. Nos ponemos en contacto con ellos, les decimos: ‘¿Sabes qué?, la atención va a ser de esta manera, vamos a estar trabajando así y así’, y de repente ya cada semana vamos teniendo las sesiones”, explicó.
Córdoba Guerrero señaló que, dado que la parte emocional no siempre es atendida en la educación, es importante resarcir estas deficiencias y buscar ayuda.
“Uno piensa que ‘yo quiero a alguien y ya sé cómo se ama’; ‘yo estoy triste y ya sé cómo se está triste’; pero no, realmente es un proceso también de aprendizaje. Las emociones, saber identificar y ser más asertivo con nuestras emociones es un proceso de aprendizaje”, sostuvo.