Con el regreso al Escenario B en el estado de Querétaro, las autoridades sanitarias reiteraron la necesidad de contar con medidores de dióxido de carbono en oficinas, comercio en general y establecimientos para la prestación de servicios profesionales
Debido a la pandemia de Covid-19 y con el regreso al Escenario B en el estado de Querétaro -en vigor desde el viernes 13 de agosto-, las autoridades sanitarias reiteraron la necesidad de contar con medidores de dióxido de carbono (CO2) en oficinas, comercio en general y establecimientos para la prestación de servicios profesionales, con la finalidad de vigilar las concentraciones de este compuesto en el ambiente, tener una ventilación adecuada y disminuir riesgos de contagio de coronavirus.
Del mismo modo, menciona el acuerdo en el que se determina el Escenario B en el estado de Querétaro y se emiten medidas de seguridad sanitarias, publicado en el periódico oficial del gobierno estatal, “La Sombra de Arteaga”, los medidores de CO2 deberán colocarse en espacios cerrados de restaurantes, cafeterías y centros nocturnos; hoteles y moteles; centros de entretenimiento; centros religiosos; eventos masivos; así como gimnasios, escuelas de baile, artes marciales y centros deportivos.
Con base en el acuerdo que establece los lineamientos generales para la utilización de medidores de dióxido de carbono, emitido por la Secretaría de Salud de la entidad y publicado también en el periódico oficial de gobierno del estado, “La Sombra de Arteaga”, en interiores se consideran aceptables las concentraciones de CO2 con un valor de 500 a 700 partes por millón (ppm); sin embargo, llegar a las 800 ppm “es indicador de alto riesgo de afectación en el caso de posible presencia de Covid-19”, con lo cual se debe proceder a ventilar el espacio.
“Los establecimientos deben medir y registrar los niveles de CO2 continuamente en el ambiente, por lo que una vez que se sobrepasan los niveles aceptables, se deberá desalojar de inmediato el espacio cerrado y ventilar lo antes posible y al máximo para lograr una renovación de aire”, menciona el documento, que agrega que los mecanismos para lograr dicha renovación son las ventilaciones natural, mecánica o mixta.
Acota que, cuando se haya requerido el desalojo del espacio por incremento de concentraciones de CO2, los establecimientos deberán tomar las medidas necesarias para evitar la exposición de las personas a otros episodios de riesgo, por lo que se tiene que corregir el uso del espacio y considerar, por igual y en forma integral, la ventilación y renovación de aire, el número de personas al interior y la actividad realizada, así como el tiempo de permanencia, número de personas y la renovación de aire.
De medidores a medidores
Aunque los acuerdos publicados por las autoridades estatales no ofrecen información sobre las especificaciones técnicas que deben cumplir los medidores de CO2, la Guía para ventilación en aulas -elaborada por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, el Centro Superior de Investigaciones Científicas, la organización Mesura y el Ministerio de Ciencia e Innovación del gobierno de España- plantea algunas características deseables para estos equipos.
Entre los aspectos principales a considerar, enlista, está que los instrumentos proporcionen los datos sin procesar y sean descargables; que tengan una resolución de al menos un dato por minuto; una pantalla que muestre los niveles de CO2 en tiempo real, y que utilicen tecnología NDIR (del inglés, Non Dispersive Infrared). El documento enfatiza que es necesario seguir las recomendaciones de uso del fabricante y las indicaciones de calibración.
“Una forma de comprobar el buen funcionamiento es medir la concentración de CO2 en el exterior, que ha de ser de aproximadamente 420 ppm, aunque en áreas urbanas densas puede fluctuar a lo largo del día debido a las emisiones de las fuentes de combustión”, precisa.
El coordinador del Centro de Estudios Académicos sobre Contaminación Ambiental de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Querétaro, Luis Godínez Mora-Tovar, por su parte, expuso que, debido a que los parámetros de medida y precisión pueden variar entre una y otra marca del mismo producto, se tiene que considerar que el equipo pueda arrojar los datos que establece la regulación sanitaria.
“Dependiendo de la aplicación (uso), pues, también son las características de los equipos que puede uno comprar”, agregó.
Sobre la ubicación de los instrumentos de medición, los lineamientos emitidos por la Secretaría de Salud estatal mencionan que, en caso de que sean portátiles, se recomienda situarlos en la zona central del establecimiento, a una altura de uno a dos metros del piso y dejar una distancia de al menos un metro de la persona más cercana. En caso de tratarse de un equipo fijo, señalan, hay que colocarlo en una zona alejada de entradas de aire y personas.
“Entre las distintas opciones, elegir siempre la zona que se considere menos ventilada (pared opuesta a ventanas), para no dar una falsa sensación de seguridad”, puntualiza.
Los precios de los medidores de CO2 son variados: por ejemplo, en tiendas de comercio electrónico, estos se cotizan entre 430 y más de 3 mil pesos; sin embargo, mediante una cotización solicitada por este medio a un establecimiento de venta de equipos de medición, se informó que existen modelos con un valor de hasta 600 dólares más IVA.
