Argelia y Marruecos, dos antiguas colonias de Francia en el norte de África, rompieron relaciones diplomáticas en medio de las crecientes tensiones fronterizas entre ambos países
Marruecos lamenta la decisión “completamente injustificada” de la vecina Argelia de romper las relaciones diplomáticas bilaterales, dijo el miércoles la cancillería marroquí, calificando algunas de las razones argelinas como “absurdas”.
Al anunciar su decisión el martes, Argelia citó una serie de supuestos actos hostiles de parte de Rabat para cortar los vínculos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Marruecos dijo en su comunicado que el gobierno ya esperaba la medida “en vista de la lógica de la escalada observada en las últimas semanas”.
“Marruecos rechaza categóricamente los pretextos falaces, incluso absurdos, en los que se basa”, agregó.
Ambos países son aliados de las naciones occidentales y su ruptura de relaciones podría complicar la diplomacia en la región y más allá. Los dos países son importantes en la lucha contra el extremismo en la cercana región del Sahel.
Francia, que alguna vez fue la potencia colonial tanto en Argelia como en Marruecos, eligió un tono equilibrado para no ofender a ninguna de las partes.
“Argelia y Marruecos son dos amigos y dos socios esenciales de Francia”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores francés.
Las voces de Oriente Medio también expresaron su pesar por la ruptura de vínculos.
El gobierno argelino tomó su decisión luego de un período de creciente tensión entre los dos países, que están sumidos en una disputa de hace décadas, cada uno cerrándole la frontera al otro.
El ministro de Relaciones Exteriores de Argelia denunció en particular “actos de espionaje masivos y sistemáticos” por parte de Marruecos, una referencia a los señalamientos de que los servicios de seguridad del reino utilizaron el software Pegasus, desarrollado en Israel, para espiar a sus funcionarios y ciudadanos, informó la agencia oficial de noticias argelina APS. Marruecos niega rotundamente las acusaciones.
Argelia rechazó también unos comentarios del embajador de Marruecos en la ONU a mediados de julio y otros del ministro de Relaciones Exteriores de Israel durante una visita histórica a Marruecos como parte de la normalización de los lazos entre los dos países.