El DIF estatal reportó un incremento en el número de atenciones de un 20 por ciento desde el inicio de la contingencia sanitaria, principalmente por la pandemia de Covid-19, por omisión de cuidados, violencia familiar y abuso sexual
Manuel Hernández Rodríguez, titular de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del estado de Querétaro, informó que la institución reportó un incremento en el número de atenciones de un 20 por ciento desde el inicio de la contingencia sanitaria, principalmente por la pandemia de Covid-19, por omisión de cuidados, violencia familiar y abuso sexual.
“Sí, efectivamente tuvimos un incremento de casos que llegaron a la procuraduría por algún tipo de violencia, aproximadamente de un 20 por ciento. El proceso de ingreso es a través de la fiscalía, que se deriva de una denuncia, o bien, por medio de las procuradurías municipales, que llega en una carpeta de investigación con dictámenes médicos con los cuales nosotros podemos visibilizar que los motivos principales por los que fueron puestos a disposición son omisión de cuidados, violencia familiar y abuso sexual; estos son los tres grandes delitos”.
Destacó que específicamente en el delito de abuso sexual, durante la pandemia, el mayor porcentaje del incremento está enfocado en las niñas, aunque por lo general las atenciones que brindan entre niños y niñas son en un 50 por ciento de manera igualitaria.
“El porcentaje de atenciones que damos a niñas y niños es equilibrado, no hay una distinción más marcada; solo en el tema de abuso sexual es que sí hay un repunte en cuanto a niñas. Por ejemplo, durante la pandemia los menores que recibimos por este delito, el 70 por ciento fue de niñas, es decir, de un promedio de entre 10 y 20 niños que ingresan mensualmente al CAS, dentro de esos, solo el 30 por ciento se refiere a casos de abuso sexual, de los cuales, el 70 por ciento es de niñas”.
Agregó que actualmente la institución atiende a 407 menores de edad, de los cuales 51 están internados en el Centro de Asistencia Social (CAS) Carmelita Ballesteros y el resto está distribuido en 22 CAS, que trabajan de manera directa con el DIF estatal a través de convenios de colaboración y se hacen visitas periódicas con equipo interdisciplinario de psicólogos, abogados y trabajadoras sociales.
