De acuerdo con un estudio realizado por el Centro Médico israelí Sheba, la cuarta dosis de la vacuna contra COVID-19 es “parcialmente efectiva” para combatir la variante ómicron
La cuarta dosis de la vacuna contra COVID-19 solo es “parcialmente efectiva” para combatir la variante ómicron, según los resultados preliminares de un estudio del Centro Médico israelí Sheba con una dosis de refuerzo tanto de Pfizer como de Moderna.
“A pesar del aumento de los niveles de anticuerpos, la cuarta vacuna solo ofrece una defensa parcial contra el virus. Así, las vacunas (Pfizer/Moderna), que eran más eficaces frente a variantes anteriores, ofrecen menos protección frente a ómicron”, anunció hoy Gili Regev-Yochay, que dirige la investigación.
El ensayo se realizó entre 154 miembros del personal médico de Sheba que recibieron una dosis Pfizer y otros 120 que fueron inoculados con la dosis de Moderna.
Todos los voluntarios estaban previamente vacunados con las tres dosis de Pfizer.
“Los ensayos mostraron que una semana después de que las personas recibieron la inmunización con Moderna, el aumento en los niveles de anticuerpos fue similar al de quienes recibieron la cuarta vacuna de Pfizer”, concluye este primer ensayo.
Además, la investigación mostró que, dos semanas después de recibir la cuarta dosis de Pfizer, “los niveles de anticuerpos continuaron aumentando ligeramente después de la primera semana”.
“El aumento en los niveles de anticuerpos que vimos tanto con Moderna como con Pfizer es ligeramente superior al que vimos después de la tercera dosis de refuerzo”, asegura Regev-Yochay, directora de la Unidad de Enfermedades Infecciosas, que sin embargo detecta una menor efectividad con actual variante dominante.