Los octavos de final por la UEFA Champions League enfrentaron al Inter de Milan contra el Liverpool, una dura batalla que se definió en la parte final del partido, gracias a los goles de Firmino y Salah
El Estadio Giuseppe Meazza fue testigo a una ardua batalla entre el Inter de Milan y el Liverpool. Los octavos de final por la UEFA Champions League enfrentaron al segundo lugar de la Serie A, contra el segundo lugar de la Premier League. Al comienzo del encuentro los ingleses cargaron con la iniciativa del partido.
El defensor del catenaccio italiano buscó entregarle la pelota al Liverpool. Bien replegado con su línea de 5, el equipo de Simone Inzaghi no se metió en su propia área y (a diferencia de lo que hizo ayer el Real Madrid) constantemente buscó salir a velocidad. Fue así como llegó la primera opción de peligro, un remate del argentino Lautaro Martínez se fue por un costado del arco rival.
Por el Liverpool, los jugadores campeón y subcampeón de África comandaron el ataque, y fue a través del senegalés Sadio Mané como el equipo de Klopp encontró la llave para preocupar a los italianos.
Mané, campeón africano hace apenas unos días, buscó atacar los pocos espacios que dejaba libres la bien plantada defensa del Inter, pero no pudo combinar con éxito. Solo en dos balones detenidos fue como hizo que los aficionados se llevaran las manos a la cabeza. Primero un frentazo que mandó la pelota por encima del largero y al 22’ con una media tijera, hizo que el balón tocara la red, pero por la parte externa de la portería defendida por Handanovič.
La respuesta de los locales se dio a través de los botines de Hakan Çalhanoğlu, que encontró un centro de Ivan Perišić, pero su impacto se estrelló en el travesaño.
Los primeros 45’ minutos entre Inter de Milán y Liverpool terminó con empate a 0-0 y con la sensación de un partido mucho más parejo de lo que dicen los presupuestos de ambos equipos. De acuerdo con el portal Transfermarkt, hay una diferencia en el valor de las plantillas de 329 millones de euros (550 md€ Inter, 889md€ Liverpool).
Para la parte complementaria, los de Inzaghi adelantaron líneas y pusieron en predicamento al equipo de Klopp. A pesar de que tras 65 minutos de juego, no hubo disparos entre los tres postes, los locales daban mayor sensación de peligro.
La entrada del chileno Alexis Sánchez le dio mayor dinámica al ataque de los locales, que para el complemento fueron mejores que el Liverpool. Klopp intentó mover sus fichas y mandó a cancha al colombiano Luis Díaz, pero el cafetalero no encontró el ritmo de juego y le costó conectar con Mohamed Salah y Roberto Firmino.
Fue este último, el brasileño Roberto Firmino, quien apareció para aclararle el partido a su equipo, que no encontraba su mejor futbol en el barrio de San Siro, al 75’ tras un tiro de esquina, remató de cabeza y puso las papeletas 0-1.
Los locales lo intentaron, pero el gol en contra fue un balde de agua fría que los dejó con una hipotermia de la que no pudieron recuperarse. Todo el dinamismo que les entregó Sánchez con su entrada en cancha, se perdió con el gol del Liverpool. La edad de varios jugadores comenzó a hacer estragos en las piernas de los nerazzurri.
Cuando el reloj marcaba el 83’ apareció el ‘Faraón’ Mo Salah para poner el 2-0. El delantero egipcio encontró un balón en el área rival, apareció sin marca y no lo pensó, disparó con potencia y su impacto se estrelló en las piernas de Brozović para colarse en la red y poner fin a las aspiraciones de la hinchada local, que tras el tanto, comenzó a abandonar las gradas del Giuseppe Meazza.
El gol de Salah terminó por congelar al equipo italiano, que no tuvo respuesta y quizá, se llevó un resultado injusto por lo que fue el tramite del juego. Ahora deberá cerrar filas para buscar la hazaña en Anfield el próximo 8 de marzo, en el partido de vuelta.