En un hecho sin precedentes, Luna Amelia Rangel Cabrera se convirtió hoy en la primera niña queretana en ser registrada -gracias a un amparo- con los apellidos maternos tanto de su madre como de su padre
Luego de tres meses de haber iniciado un procedimiento de amparo, este miércoles Luna Amelia Rangel Cabrera se convirtió en la primera queretana en ser registrada con los apellidos maternos tanto de su madre, Mariel Aragón Rangel, como de su padre, José Miguel Pérez Cabrera. El primer apellido de la niña corresponde al materno de Mariel; el segundo al de José Miguel.
De acuerdo con Aragón Rangel, el proceso legal comenzó en noviembre del año pasado, cuya sentencia fue dictada el 26 de enero de 2022. A partir de esa fecha, dijo, solo fue cuestión de esperar para que les entregaran el acta de nacimiento de la menor. Destacó que, tanto ella, como el padre, decidieron el orden de los apellidos de su hija, ya que desean dar continuidad a los de sus respectivas madres.
“Para romper esos estereotipos que existen alrededor de cómo deben llamarse, nombrarse las personas, porque pues tiene que ver con la identidad de las personas, es un derecho humano y creo que, pues, partiendo de esta cuestión, pues ese fue nuestro deseo, el que nuestras mamás sean reconocidas en su labor y que se dé continuidad a los apellidos maternos”, subrayó.
Agregó que las madres son quienes llevan la mayor carga en cuanto a crianza y cuidados de las hijas e hijos, por lo que, consideró, registrarlos con los apellidos maternos es un reconocimiento a la labor de las mamás. Señaló que, en muchos casos, “los papás no están presentes y llevan el apellido y lo siguen preservando, aun cuando no contribuyen, aun cuando no son parte de, pues se sigue prevaleciendo; entonces, queremos romper estos estereotipos y que el papel de la mujer y de la mamá sea igual de importante y equitativo que el del papá”.
Pérez Cabrera, por su parte, mencionó que los dos apellidos de Luna Amelia son de su madre y de su padre, por ello determinaron dar esa identidad a la niña.
“Son nuestros apellidos, no se está inventando nada extraordinario, sigue siendo nuestro mismo nombre; obviamente sí es lento porque, aunado al nombre, pues va todo lo relacionado con el Seguro Social, con prestaciones básicas que tenemos en nuestros trabajos, con mi seguro médico de gastos mayores; el hecho de no tener un registro de mi hija, pues nos limita en todos estos beneficios que tiene por derecho de nacimiento nuestra hija”, refirió.
Señaló que en el acta de nacimiento solo aparecen el primero y segundo apellidos, por lo que, manifestó, en el registro no se distingue entre el de la madre y el padre.
Mariel Aragón adelantó que, tras concluir este proceso, emprenderán otro para que los apellidos de su otra hija sean iguales al de Luna Amelia.
