Zinedine Zidane comenzó a jugar en las calles de La Castellane, el barrio marsellés en el que se crio, y pronto supo que no quería hacer otra cosa que darle patadas al balón. Luego se convirtió en sinónimo del mejor futbol
Zidane nació y creció en La Castellane, en Marsella, Francia. En el documental “Zinedine Zidane: comme dans un rêve”, el exjugador cuenta que los padres influyen en el futuro, en cómo va a ser la vida de los hijos. “Ellos solo querían que sus hijos hiciesen algo en su vida, siempre nos inculcaron tres cosas: el respeto a los demás, el trabajo y la seriedad”.
“Zizou” es el pequeño de los cinco hijos de Smaïl y Malika, un matrimonio que se mudó de Argelia a París y más tarde a Marsella. “Mi padre me enseñó todo, pero sobre todo me enseñó el valor del respeto”, dijo el exjugador, según recogió Esquire Middle East. “El vino de Argelia a Francia y es difícil adaptarse a una nueva cultura, encontrar un trabajo y demostrar tu valor; así que tienes que hacer el doble que los demás para ganar su respeto, además de respetarlos”.
El centrocampista contó que tenía afinidad con el mundo árabe. “Lo tengo en la sangre, a través de mis padres”, dijo. Aseguró sentirse muy orgullo de ser francés, pero también de las raíces que tenía y de la diversidad.
Zidane pasaba horas jugando en la Place de la Tartane después de la escuela y ya se podía intuir su especial habilidad con el balón. “Yo no era el único bueno. Lo que pasa es que, en un momento dado, yo pensé que no quería hacer otra cosa”.
Tras su paso por la Asociación Deportiva Foresta, la Unión Deportiva Saint-Henrie, el Sports Olympiques Septémes y los juveniles de la Association Sportive Cannes, debutó con el primer equipo con 17 años. Tres años más tarde, en 1992, fue transferido al Girondins de Bordeaux. Dos años después debutó con la selección francesa absoluta.
Zidane y la “Vecchia Signora”.
El verano de 1996, “Zizou” cambió Burdeos por Turín para enfundarse en la bianconera. Juventus se había coronado campeón de Europa poco antes y entre sus filas contaba con nombres como Alessandro Del Piero, “Pippo” Inzaghi o Edgar Davids. Con el francés entre sus filas, el equipo se alzó en dos ocasiones con el Scudetto, una Supercopa de Italia, una Supercopa de Europa, una Intertoto y una Intercontinental, pero se le resistió el título más codiciado del futbol europeo: la Champions League.
Juventus perdió dos finales consecutivas en 1997 y 1998. Algo menos de un mes después de esta última derrota, comenzó el Mundial de Francia, en el que la selección anfitriona acabó disputándose el título con Brasil. “Tenía un presentimiento. Estábamos seguros de que íbamos a ganar”, dijo en el documental. “Zizou” marcó dos de los tres goles que dieron la victoria a “Les Bleus”. También salieron vencedores de la siguiente Eurocopa.
Llega a los galácticos
Para levantar la Orejona, Zidane tuvo que esperar a vestir la camiseta del Real Madrid, el club contra el que había perdido su segunda final con la Juve. Llegó a Madrid el verano de 2001 y menos de un año después, jugó por el título frente al Bayern. El francés marcó el gol que les dio la victoria: una volea desde fuera del área, rematando un centro bombeado de Roberto Carlos, con su pierna no tan buena y considerado uno de los mejores de la historia de la competición.
Adiós a Les Bleus
En el Mundial de Corea y Japón, en 2002, Francia quedó eliminada en la primera fase sin marcar ningún gol. En 2006, en Alemania, sin embargo, la selección alcanzó de nuevo la final, en la que se enfrentó a Italia. A pesar de su juego modesto, inferior al de los franceses, los azurri se llevaron la copa a casa tras desempatar un 1-1 en los penaltis. Zidane había marcado desde los 11 pasos en el tiempo reglamentario, con un tiro a lo Panenka, en el que la pelota dio en el larguero y botó dentro, pegó otra vez arriba y salió, pero no pudo volver a hacerlo en la tanda definitiva.
Durante la prórroga, Zidane dio un cabezazo en el pecho a Marco Materazzi, artífice del gol del empate de Italia, lo que le costó la expulsión. Ambos jugadores fueron sancionados después con partidos y multas; el francés, por la vergonzosa agresión, y el italiano, por las provocaciones e insultos. Este fue el último partido que jugó el mago, que había anunciado su intención de retiro unos meses antes.
Regreso al Bernabéu
Unos años después, en 2016, volvió al banquillo del Bernabéu, esta vez como entrenador. Ese año el equipo blanco ganó La Liga y su undécima Champions. Al año siguiente, la duodécima y en 2018, la decimotercera. Poco después de la victoria, Zidane anunció su marcha. Nueve meses después, con el club blanco sumido en una crisis deportiva, regresó. “Estoy aquí porque el presidente me llamó. Y yo quiero mucho a este club y aquí estoy”, dijo en comparecencia ante los medios. En 2021, volvió a despedirse como entrenador del equipo.
Ahora, los rumores sobre su posible fichaje por el PSG suenan con insistencia.
