La Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, de la Cámara de Diputados, aprobó el dictamen del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2023, con lo cual se espera que este martes empiece la discusión en lo general en el pleno de San Lázaro, para luego llegar a las reservas de las diferentes bancadas
La Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, de la Cámara de Diputados, aprobó el dictamen del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2023, con lo cual se espera que este martes empiece la discusión en lo general en el pleno de San Lázaro, para luego llegar a las reservas de las diferentes bancadas.
Con 31 votos a favor y 24 en contra, la Comisión aprobó el dictamen en una sede alterna al recinto legislativo, esto antes las manifestaciones y cierres que hubo en el inmueble.
Luego de casi cinco horas de discusión, uno de los temas que más polémica generó fueron las reasignaciones del gasto que propone el dictamen, en donde el gran perdedor es el INE, para pasarle mayores recursos a las Pensiones del Bienestar, que son parte de los programas prioritarios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El recorte al INE, por 4,475 millones de pesos, es un golpe más a este instituto a cargo de Lorenzo Córdova, y a la democracia, aseveró el panista Héctor Saul Tellez.
“Lamentamos que en este presupuesto no se escuche la voz del parlamento abierto (…) y se escuche sólo una voz, que es la del presidente de la República, quien lamentablemente dicta las políticas presupuestales al grupo parlamentario mayoritario”, aseveró.
En respuesta, el morenista Omar Enrique Castañeda González, indicó que el INE también debe “apretarse el cinturón”, sobre todo considerando que el siguiente año no tendrá consultas por hacer.
Otras de las quejas recurrentes de la oposición fueron los recursos que se destinarán a las obras y programas insignia del gobierno, lo que deja de lado otras necesidades de gasto que beneficiarían a la población.
Para el siguiente año, el gobierno propone un gasto histórico de 8.29 billones de pesos, en donde las mayores presiones son las pensiones y el servicio de la deuda. Estos rubros necesitarán 33.4% de los recursos que se piensan gastar el siguiente año, de acuerdo con el PPEF.
Las pensiones contributivas necesitarán 1 billón 333,300 millones de pesos, 8.4% más que lo que se aprobó para este año. En tanto, para las pensiones no contributivas – entregadas a través de programas sociales – se proponen recursos por 335,500 millones de pesos, un incremento de 34.3% en comparación anual.
Con ello, las pensiones, que son consideradas como una “bomba de tiempo” por el cambio generacional en el país, necesitarían un gasto de 1 billón 668,800 millones de pesos para el próximo año.
A lo anterior se le suma el gasto que se destina al costo financiero de la deuda, en donde se contempla el pago de intereses entre otros rubros, y que este y el siguiente año se ve presionado por el incremento en la tasa de interés de diversos bancos centrales para intentar contener los altos niveles de inflación.
Hacienda proyectó que el siguiente año el costo financiero de la deuda sea de 1 billón 79,100 millones de pesos, un incremento considerable de 29.9% respecto a lo aprobado para este 2022.