Anuncian la llegada del presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Lic. Andrés Manuel López Obrador; él se dirige a la Escolta de Bandera para saludar a nuestro lábaro patrio. Las mujeres presentes ahí, sí se ponen de pie; pero se mueven de sus lugares con celular en mano para fotografiar al mandatario, sin dejar de aplaudir.
Los aplausos incrementan mientras él se dirige al presidium; luego, los gritos de ellas: “¡Presidente!”, “¡Presidente!”, “¡Presidente!”, “¡Presidente!”, “¡Bravo!”, “¡Bravoooo!” se escucha a modo de coro mientras empuñan su brazo izquierdo.
Después, rinden los honores correspondientes a su calidad de Presidente y de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas; y -de nuevo- se hace referencia a él, al anunciar que el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Lic. Andrés Manuel López Obrador, preside la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Él se pone de pie, le aplauden, se escuchan gritos de emoción de ellas; él les sonríe… a su lado, las “corcholatas”.
Continúan las proclamas de: “¡Es un honor estar con Obrador!”, “¡Es un honor estar con Obrador!”, “¡Es un honor estar con Obrador!”, “¡Es un honor estar con Obrador!”…
Hace uso de la palabra Rosa Icela Rodríguez, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana; y -tras exponer que ahora las mujeres ya podemos decidir qué estudiar, a qué nos dedicamos y “hasta elegir a nuestra pareja”- refiere: “Acompañadas de muchos hombres mexicanos que consideran la igualdad como un derecho, llegamos a este periodo: tiempos de transformación, en los cuales existe una voluntad política del señor presidente Andrés Manuel López Obrador”.
Concluye su discurso así: “Cuando me preguntan mujeres de otros países cómo se lograron estos avances en México, reiteramos que, sumado a la lucha de muchas mujeres, esto no sería posible sin el empuje de un presidente como el que tenemos”.
Enseguida, la diputada federal Rosangela Amairany Peña afirma que la Cuarta Transformación ha hecho cosas todavía más grandes para las mujeres: “En primer lugar, la Cuarta Transformación volteó a ver a las madres solteras. De todo corazón, gracias, presidente”.
La senadora Noemí Camino Farjat agrega a la retahíla de elogios: “Gracias, presidente, por permitir este acercamiento, por permitirnos que estemos así de juntas con usted hoy… Sabemos que la continuidad de la Cuarta Transformación está en nuestras manos y tenga la certeza de nuestra lealtad al proyecto de nación, de eso que no le quede duda”.
Pilar Ávila, la gobernadora morenista de Baja California, ratifica la lealtad de “sus” gobernadoras: “Una vez más, quiero decirle que sus gobernadoras estaremos siempre a la altura de los sueños del pueblo de millones de mexicanas y de mexicanos que el pasado 2018 salieron a votar por una transformación. No le vamos a fallar, presidente; y no le vamos a fallar al pueblo de México”.
Nadine Flora Gasman, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, expuso el principal deseo de las ahí presentes: “Voy a ser breve, también porque creo que todas queremos oír al presidente y todas están en el sol”.
De nuevo los gritos con el puño arriba de “sus” mujeres: “¡Es un honor estar con Obrador!”, “¡Es un honor estar con Obrador!”…
El presidente se acerca al micrófono: “La verdad, que ya está dicho todo, nada más porque tengo que decir algo”… lo interrumpen: “¡Diga que nos quiere, presidente!”; “Sí, les quiero muchísimo”, contesta para básicamente afirmar que “la Cuarta Transformación debe ser feminista o no será”, en un discurso de 995 palabras; y repetir los términos que diariamente dice en las mañaneras: pueblo, democracia, justicia, gatopardismo, opresión, privilegios, oligarquía, etc.
Concluye en medio de aplausos; piden a asistentes permanecer de pie… de nuevo los honores al presidente, entonan el Himno Nacional; ellas lo rodean, mientras él -pegadito a ellas, y en el centro- sigue cantando… la conmemoración fue para él; en realidad, el 8M en Palacio Nacional fue el Día del Presidente.
Afuera, las vallas para blindar el inmueble y las consignas de miles de mujeres adultas mayores, jóvenes y niñas: “¡Justicia!”, “¡Vivas nos queremos!”, “Unidas somos más!”, “¡Hasta que la dignidad se haga costumbre!”…
En las redes, la violencia en contra de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desatada por el propio discurso del presidente: “Norma Piña, Norma Piña, ¿dónde estás?, ¿dónde estás?, chingas a tu madre, chingas a tu madre y te vas. Que la vengan a ver, que la vengan a ver, Esta no es magistrada, es una narca de cabaret. Fuera Norma Piña. Fuera la narcomagistrada”, cantaba una mujer con toga, billetes pegados a esta y un arma en la mano, afuera de la sede de la Corte.
Es la Cuarta Transformación…
