“Wilma” trata el racismo, el clasismo y las heridas familiares a través de la historia de una niña yucateca víctima de la catástrofe
Con una historia que muestra el daño irreparable que deja un huracán a su paso, el monólogo autobiográfico con toques de ficción que combina teatro, danza y cosmogonía maya, escrito, dirigido y protagonizado por Itzhel Razo, toca tierra en Querétaro para darle la oportunidad al público de reflexionar sobre las relaciones familiares tóxicas.
En entrevista exclusiva con “Códigoqro”, la creadora del proyecto que se estrenó en el 2020 en la Ciudad de México y se ha presentado en varios festivales nacionales explicó el origen de la historia.
“Se llama así porque justo se basa en el huracán que atacó la península de Yucatán en el 2005, el huracán Wilma y también en Wilma, mi abuela, digamos que es una analogía entre una catástrofe natural, como lo es un huracán, y una catástrofe social, que es la educación clasista que me impartió mi abuela, además de que también se cuela el tema de las relaciones tóxicas entre los familiares (…) es ver cómo una persona puede generar el mismo daño en un ser humano que un huracán”.
La artista visual regresa a sus raíces mayas para abordar esta historia a través de un trabajo corporal, con elementos de comedia, pero al mismo tiempo dramáticos.
“Es una especie de ritual de principio a fin, que justo intenta sanar esta relación, digamos que una catástrofe destruye las cosas, pero también te da la posibilidad de construir de cero algo nuevo (…) en la retroalimentación con el público nos damos cuenta de que la historia te devasta, te deja perturbado, pero al mismo tiempo te plantea la posibilidad de sanar y de liberarte de todo eso que vienes cargando de tu familia, de relaciones familiares tóxicas, de la maternidad tóxica, de esa de la que pocas veces se habla porque por lo general la figura de la madre y de la abuela es sagrada en México, y aquí es todo lo contrario, es exponer cómo esa figura puede marcar el destino y la vida”.
Finalmente, Itzhel Razo adelantó que entre sus proyectos próximos está montar la puesta en escena “I love papi”, la segunda parte de “Wilma”, que tiene que ver con su padre, y una última obra que cerraría esta trilogía, que aún no tiene nombre, pero sería el cierre de esta gran historia.