El Centro Histórico de Querétaro ha sido siempre motivo de orgullo para quienes vivimos en este estado. Su historia, sus monumentos, los templos, la arquitectura, los andadores, sus calles adoquinadas, las plazas, las fuentes, las tradiciones y leyendas, los portones, los ventanales, los balcones, el mantecado, las enchiladas y los buñuelos forman parte del tesoro que constantemente disfrutamos y presumimos a los visitantes…
Por eso, duele saber que un indigente le arrancó la vida a una jovencita al atravesar la plazuela Mariano de las Casas… que a un reportero lo agredieron en un intento de asalto, porque se sentó en ese lugar a redactar una nota informativa tras una cobertura en el Templo de Santa Rosa de Viterbo (algo frecuente porque los domingos celebra ahí la misa el vocero de la Diócesis de Querétaro, a quien se suele entrevistar sobre temas de actualidad).
Mortifica escuchar a vecinos y comerciantes demandar a las autoridades mayor vigilancia ante la llegada de personas en situación de calle a la plazuela y al exterior del templo, indigentes que pernoctan y riñen picahielo en mano, entre jardineras y corredores; en muchas ocasiones, en estado de ebriedad o bajo el efecto de sustancias tóxicas… Su percepción de inseguridad obviamente ha aumentado debido a esta situación.
Y si bien, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), en la ciudad de Querétaro -entre marzo y junio de 2023- la percepción social sobre inseguridad pública bajó 4.2 por ciento entre la población mayor de 18 años; no podemos engañarnos y creer que “vamos requete bien”, ni cerrarnos a una realidad que de forma evidente ha ido imponiéndose paulatinamente.
En el primer semestre del año, según las cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), se cometieron en el estado de Querétaro 32 mil 607 delitos en general: 263 homicidios dolosos, 2 mil 518 lesiones dolosas, 4 feminicidios, mil 293 delitos contra la libertad y la seguridad sexual, 11 mil 592 robos y 933 relacionados con narcomenudeo.
La ciudad de Querétaro no es ajena al panorama nacional sobre la expectativa social en materia de seguridad pública, en el cual, según la ENSU, en el pasado mes de junio de 2023, el 34.1 por ciento de la población de 18 años y más que reside en las ciudades consideró que, en los próximos 12 meses, “la situación de la delincuencia e inseguridad en su ciudad seguirá igual de mal”. Y, por otro lado, el 23.6 por ciento dijo que la situación “empeorará en los próximos 12 meses”; lo que significa “un aumento estadísticamente significativo de 1.5 puntos porcentuales con relación a marzo de 2023, cuando se reportó 22.1 por ciento”.
Y Querétaro tampoco es solo el primer cuadro de la ciudad… es sus 7 delegaciones con sus respectivas problemáticas, producto de un crecimiento acelerado y una falta de planeación.
Según el Informe de Pobreza y Evaluación 2022 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), el 31.3 por ciento de la población en la entidad se encuentra en situación de pobreza; el 2.9 por ciento, en pobreza extrema; el 36.3 por ciento de la población en situación de pobreza está en el ámbito rural y el 29.2 por ciento en el urbano.
Los municipios con el mayor número de personas en situación de pobreza fueron Querétaro, San Juan del Río y El Marqués; en estos, en 2020, se concentraba el 55.3 por ciento de la población en pobreza en la entidad. Los que tuvieron el mayor número de personas en situación de pobreza extrema fueron Querétaro, Amealco y San Juan del Río; al concentrar el 45.7 por ciento de la población en situación de pobreza extrema.
El municipio de Querétaro ha identificado a 293 personas en situación de calle, de estas, el 50 por ciento se concentra en la delegación Centro Histórico; y ha ubicado a 16 personas con trastornos mentales severos y consumo de sustancias nocivas.
Por ello, la solución a una situación tan compleja no está en la visión reduccionista del presidente de la Alianza por el Centro Histórico de Querétaro, Ricardo Rabell, quien sin más ni más declaró: “Si seguimos dándoles de comer, si seguimos dándoles dinero, la gente va a seguir aquí. Muchos de los problemas es porque viven muy cómodos en el centro. Está llegando mucha gente de otras partes del país porque aquí viven a gusto, sabemos que ganan hasta mil pesos, mil 500 pesos de estarle dando una monedita”; sino en acciones enfocadas a enfrentar la desigualdad en la distribución de los ingresos, la falta de oportunidades, la migración y las violencias política, social e intrafamiliar.
