Los bailarines Greta García y Alberto Cortés unen su talento en la danza para hablar de una forma hilarante sobre el duelo por la pérdida de los padres
Los artistas visuales españoles Greta García y Alberto Cortés se unen para hacer un ritual de despedida, un diálogo entre generaciones sobre la vida, la muerte y la conexión que existe entre una madre y una hija que tienen que decirse adiós.
“Mi madre muerta”, que se presentó en el marco del Hay Festival Querétaro, es una obra de la artista plástica Anna Jonsson y su hija Greta García Jonsson, quienes entienden la tragedia a través del sarcasmo y el humor negro.
En entrevista exclusiva para “Códigoqro”, Greta García y Alberto Cortés hablaron sobre este performance, que aborda el duelo del inevitable final que nos espera y la gran preparación para ello, pero también sobre las posibilidades de transformación del dolor en arte.
“Mi madre muerta”
Una enorme muñeca de trapo de cuatro metros es la protagonista de un rito de despedida personal que busca la manera de sobrellevar el dolor de perder a una madre, una tragedia atravesada por el sarcasmo y el humor negro.
“Esta obra que hago con mi madre surgió de la cosquillita de querer hacer algún proyecto juntas, ella es artista plástica y la representó con una escultura de trapo que ella misma hizo, una muñeca enorme de casi cuatro metros; la obra se realizó en el 2021 y es un ritual de despedida a una madre muy divertida, muy grotesca”, indicó Greta García.
Por su parte, Alberto Cortés compartió su experiencia de trabajar con estas dos artistas, con quienes tiene una gran amistad.
“Es un trabajo de Greta y de Ana en el que yo colaboro, es un ritual de despedida, de tránsito, desde una mirada muy ácida, muy sarcástica, de cómo una madre se despide de su hija (…) yo colaboro como acompañante de dramaturgia y hago un pequeño cameo en la obra como la muerte (…) son muy amigas, somos de Sevilla, nos conocemos desde hace mucho tiempo y he trabajado con ellas en otras cosas, ha sido muy divertido y muy fácil, a pesar del tema de duelo, porque tiene el componente delirante del universo de Ana y de Greta, desde el humor negro y el sarcasmo, que hacen que las cosas sean bastante divertidas”.
Greta García
“Solo quería bailar”
En su debut como escritora, la bailarina española Greta García narra en primera persona la historia de Pili, una bailarina sevillana que está en la cárcel, porque acabó harta de la institución y su burocracia, y se volvió terrorista, aunque no una tan buena como a ella le hubiera gustado.
“El libro era un reto personal, una ilusión que empecé a escribir para intentar ordenar mis pensamientos, porque estaba muy cansada, yo me dedico al arte escénica y estaba muy agotada; sin embargo, quería seguir en un proyecto creativo y poco a poco me fui enganchando y encontré en la escritura otra manera de contar historias (…) he encontrado en la escritura un momento de placer y de diversión que, aunque trata temas fuertes; para mí escribir es muy divertido, este lado cómico fue saliendo sin querer; lo más triste, lo más grotesco y lo más divertido yo lo veo todo conectado y para mí eso fue muy natural”.
A decir de la autora, Pili, el personaje principal de su novela es un reflejo de ella y de todo lo que ocurre dentro del mundo del arte.
“Pili tiene mucho mío y mucho de muchas compañeras, es un personaje que podría estar dentro de mi pandilla de amigas y que veo muy real y muy crudo; yo partí de cosas mías que yo viví: igual que la protagonista, soy de Sevilla; me dedico a la danza, pero no tengo la vida de la protagonista; el texto es ficción, pero la base del personaje es de recuerdos y vivencias. Creo que es un álter ego mío que me ha ayudado a vomitar cosas que yo en mi día a día no me atrevo”.
Finalmente adelantó que sí está en sus planes escribir otro libro, pero por ahora se encuentra inmersa en un espectáculo circense.
Alberto Cortés
“Los montes son tuyos”
Este performance reúne dos piezas del director de escena y dramaturgo Alberto Cortés: “El ardor” (2021) y “One night at the golden bar” (2022), una recopilación que nació para contar historias de una manera más íntima.
“Apareció como una forma de dar cabida a poder ofrecer las palabras que están en la obra, los textos que están en las piezas y también la corporalidad, pero desde otros formatos en espacios no convencionales, sin necesidad de que haya un escenario, es una forma más cercana y mucho más íntima, en formato acampada con el público alrededor, circular, con una idea de contar las cosas alrededor del fuego imaginario (…) estas dos piezas tocan el tema del romanticismo relacionado con el amor a la calle, con las revueltas, las bandas callejeras; y ‘One night at the golden bar’ es una declaración de amor muy cursi a un hombre, enfocado desde una mirada muy ‘queer’”.
Sobre su proceso creativo, el español contó que desde hace varios años tiene un proceso continuo, cada obra está conectada con otra y por lo regular nace en las calles y se perfecciona en la sala de ensayo.
“Yo voy con mi teléfono y escribo muchas notas, los textos que genero dialogan entre lo que escribo en la calle en el teléfono y lo que hago en la sala, en los ensayos; me gusta trabajar con algo que se hace a fuego lento, volviendo a pesar, volviendo a escribir, digamos cincelando como una escultura (…) ahora estoy inmerso en la próxima pieza que se estrenará en el otoño de 2024 y que continúa el camino que deja las dos piezas anteriores y explora esto del romanticismo y el amor, pero ahora sobre el espíritu o fantasma que se les aparece a las parejas cuando están maltratando, va sobre los abusos, con ficción y con una mitología”.
