La Casa del Jubilado y Pensionado del Estado de Querétaro ofrece más de 30 talleres en su sede de la calle Miguel Hidalgo, esquina con Melchor Ocampo
La administradora de la Casa del Jubilado y Pensionado del Estado de Querétaro, Alejandra Quiroz González, dio a conocer en entrevista que en este centro se da atención a más de 400 personas que participan en más de 30 talleres, algunos gratuitos y otros con algún costo significativo; los cuales son impartidos de lunes a viernes en la calle de Miguel Hidalgo #52, esquina con Melchor Ocampo, en la colonia Centro.
“Tenemos inscritas a más de 400 personas y diariamente vienen entre 120 y 130 personas a tomar cursos y hay más de 30 talleres a los que pueden asistir, que van desde la activación física, cocina hasta clases de idiomas”, dijo.
Quiroz González explicó que para inscribirse en este centro de jubilados y pensionados no hay un rango de edad, ya que únicamente se requiere el dictamen de jubilación emitido por Gobierno Estatal o en su caso el de haber sido pensionado por la administración estatal.
“Hay personas que aún no tienen los 60 años y que ya están jubilados, sólo necesitamos su documentación de que sí están jubilados o pensionados para poderlos inscribir en alguno de nuestros talleres”, dijo.
Talleres y cursos
Alejandra Quiroz explicó que la mayoría de las personas inscritas en la Casa del Jubilado y Pensionado son mujeres; aunque también hay hombres que día a día participan de las actividades que se imparten en este centro de reunión.
“Tenemos muchas más mujeres que hombres inscritas en nuestros talleres, aunque tenemos mucha más participación de los hombres en los talleres de activación física, danzón, en idiomas y de cocina”, afirmó.
La administradora puntualizó que los hombres que se inscriben lo hacen para sentirse útiles, ya que después de dejar de trabajar entran en depresión y buscan una forma de activarse y poder sentir que son parte activa de la sociedad.
“Los hombres llegan sintiéndose menos, que ya no son útiles y en menos de seis meses son completamente otros; se vuelven joviales, positivos, bromistas. Aquí llegan y les cambia la vida, porque aquí encuentran compañía que dejan de tener en sus casas”, señaló.