Con el ánimo de satisfacer mi curiosidad, te pido contestar las siguientes preguntas: ¿Eres madrugador o te cuesta trabajo levantarte?, ¿te duermes temprano o sueles aguantar hasta tarde?, ¿cuántas horas diarias acostumbras a dormir? Por ejemplo, de pequeña, una de mis sobrinas (llamémosla Brenda) invariablemente empezaba a bostezar poco avanzada la noche. En consecuencia, era una verdadera hazaña mantenerla despierta en reuniones familiares, ya fuese la cena de Navidad o la bienvenida al Año Nuevo. Hoy día, ya casada, con dos hijas y una vida profesional intensa, sus hábitos de sueño poco han cambiado.
Michael Breus, un psicólogo especializado en el tema, diría que Brenda tiene un cronotipo matutino, ya que la inclinación natural de su cuerpo es la de ir pronto a la cama. Los individuos pertenecientes a este cronotipo suelen dormir entre las 10 de la noche y las seis de la mañana, ya que su pico de producción de melatonina (la hormona que produce el sueño) llega antes de la media noche. En promedio, una de cuatro personas comparte este cronotipo.
En cambio, si rindes mejor en la noche es probable que necesites prolongar tu descanso hasta bien entrada la mañana. En tal caso, tu cronotipo será vespertino. Tu pico de melatonina se producirá a las seis de la mañana, cuando muy probablemente te encontrarás sumido o sumida en un sueño profundo. Un cuarto de la humanidad se encuentra en este caso.
El restante 50 por ciento pertenece al cronotipo intermedio. Son individuos que suelen dormir entre las 12 de la noche y las ocho de la mañana, por lo que su pico de melatonina se da a las tres de la madrugada.
En lenguaje técnico, un cronotipo es la sincronización de los ritmos circadianos, que varían de persona a persona. El ritmo circadiano es una especie de reloj biológico y tiene una duración de 24 horas, por lo que se encuentra asociado a los ciclos del día y la noche. Su función es la de regular nuestros procesos biológicos internos, incluido el ciclo del sueño.
Cuando nos desvelamos o dormimos de más, alteramos el ritmo circadiano. Si cruzamos varios lugares con husos horarios diferentes, se alterará la producción de melatonina, por lo que el reloj interno se desincronizará con respecto al lugar de destino al que hayamos arribado. Esto sucederá si, a manera de ilustración, volamos a Madrid desde la Ciudad de México.
A dicha sensación le llamamos ‘jet lag’ o desfase horario. Quienes lo han padecido saben que suele durar de dos a seis días y que viene acompañado de síntomas como los siguientes: fatiga corporal, dificultad para conciliar el sueño o despertarse temprano, dificultad para concentrarse, malestar estomacal y súbitos cambios en el estado de ánimo.
Tu cronotipo es genético, por lo que no es posible cambiarlo a voluntad. Sin embargo, puede sufrir algunas variaciones con el paso de los años (por ejemplo, acostumbrarse a acostarse a dormir dos horas más tarde o más temprano de lo habitual).
¿Por qué un cronotipo varía de una persona a otra? Los expertos suponen que empezamos a desarrollar cronotipos de manera evolutiva, para fines de supervivencia. De este modo, en un grupo de cazadores algunos tenían que permanecer despiertos para advertir de posibles peligros a los demás, mientras estos últimos dormían.
(CONTINUARÁ LA PRÓXIMA SEMANA)
Fuente bibliográfica: M. Breus (2016). The power of when: discover your chronotype. Nueva York: Little, Brown & Company.