Investigadores de la Universidad Estatal de Virginia crean un nuevo tipo de inmunoterapia contra el cáncer
Un nuevo tipo de inmunoterapia contra el cáncer que sitúa en los tumores citoquinas unas proteínas que controlan la actividad de las células inmunitarias, mejorando así la eficacia del tratamiento, ha sido desarrollado por investigadores de la Universidad Estatal de Virginia (EUA).
Un estudio que publica hoy Science Advances informa de la nueva técnica para activar las células inmunitarias del organismo y reprogramarlas de forma que ataquen y destruyan las células cancerosas.
Las citoquinas son potentes y muy eficaces para estimular a las células inmunitarias a eliminar las cancerosas, pero son tan potentes que si vagan libremente por el cuerpo, activarán todas las células inmunitarias que encuentren, lo que puede causar una respuesta hiperactiva con efectos secundarios potencialmente mortales.
El equipo desarrolló un método innovador para emplear proteínas de citoquinas como posible tratamiento de inmunoterapia. La técnica garantiza que estas se localicen eficazmente en el interior de los tumores durante semanas, preservando la estructura y los niveles de reactividad de la citocina.
Aunque ya se sabía que las citoquinas pueden utilizarse para luchar contra los tumores, aún no era posible localizarlas dentro del tumor sin que resultaran tóxicas para el resto del organismo, explicó Rong Tong, uno de los firmantes del trabajo.
El objetivo del equipo fue encontrar un equilibrio entre la eliminación de las células cancerosas del organismo y la preservación de las sanas, para lo que crearon partículas especializadas con tamaños distintivos que ayudan a determinar adónde va el fármaco.
Funcionamiento de la inmunoterapia
Para garantizar el éxito de la administración del fármaco, los investigadores diseñaron una novedosa estrategia con un doble objetivo.
Por una parte, anclar las citocinas a las nuevas micropartículas, limitando así el daño a las células sanas; por otro, permite que activen los sistemas inmunitarios y recluten células inmunitarias para atacar a las células cancerosas.
“Nuestra estrategia no sólo minimiza el daño inducido por las citocinas en las células sanas, sino que también prolonga la retención de citoquinas en el tumor”, lo que facilita el reclutamiento de células inmunitarias para el ataque selectivo de mismo, explicó Tong.
El siguiente paso consiste en combinar el nuevo método de terapia con citocinas localizadas con anticuerpos de bloqueo de puntos de control, que estén comercialmente disponibles y aprobados por la estadounidense Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Esos anticuerpos de bloqueo que reactivan las células inmunitarias tumorales que han sido silenciadas para que puedan combatir las células cancerosas.
El nuevo método de unir citocinas a partículas también podría utilizarse en el futuro, según el equipo, para administrar otros tipos de fármacos inmunoestimulantes.