Este martes, el Gobierno de Estados Unidos comenzó el envío de migrantes indocumentados al centro de detención de la Base Militar de Guantánamo, ubicada en Cuba
La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió este martes el primer vuelo con migrantes arrestados en territorio estadounidense hacia un centro de detención en la Base Militar de Guantánamo (Cuba).
“Ya no permitiremos que Estados Unidos sea un vertedero de criminales ilegales de naciones de todo el mundo”, dijo Trump este martes por la mañana en declaraciones a la cadena FOX News.
En un avión militar, el grupo de 10 migrantes -de los que aún se desconoce la nacionalidad- salió hoy desde la base militar de Fort Bliss, en El Paso (Texas), según informaron medios estadounidenses.
De acuerdo con la cadena CNN, todos ellos tenían algún tipo de antecedente criminal.
La administración Trump ha emprendido una campaña en contra de los más de 11 millones de migrantes indocumenados en el país, tildándolos de “criminales” y prometiendo llevar a cabo la mayor campaña de deportación en la historia de Estados Unidos.
En sus primeras semanas en el poder, las autoridades han detenido a más de 3 mil personas en todo el país, una cifra alejada de las redadas “masivas” que Trump se comprometió a realizar.
President @realdonaldtrump has been very clear: Guantanamo Bay will hold the worst of the worst. That starts today. pic.twitter.com/Iqxt5rCfWa
— Secretary Kristi Noem (@Sec_Noem) February 4, 2025
El presidente ordenó ampliar la capacidad de detención en la base naval de Guantánamo para albergar a más de 30 mil personas y el Pentágono ha desplegado ya a más de 150 militares para dicha tarea.
Entre los militares desplegados se encuentran Infantes de Marina y otros militares del Comando Sur de Estados Unidos, encargado de América Latina.
El pasado miércoles, al firmar el memorando para ampliar la capacidad del centro de migrantes en Guantánamo, Trump afirmó que la medida busca “detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que representan una amenaza para el pueblo estadounidense”.
Bajo la ley estadounidense, vivir en el país sin autorización o estatus legal no es una falta criminal sino civil. Por lo tanto, es falso que las personas indocumentadas tengan de por sí un “historial criminal”, como ha asegurado el actual Gobierno.
Cruzar la frontera sin inspección -codificado como “ingreso indebido”- o intentar entrar en Estados Unidos después de haber sido deportado o expulsado, sí está tipificado en la legislación penal: el primero como un delito menor y el segundo como un delito grave.
Múltiples estudios, incluyendo una investigación de la Universidad de Stanford que analiza datos desde la década de 1960, han encontrado que los migrantes tienen menos probabilidades de cometer crímenes o ser condenados por un crimen que las personas nacidas en Estados Unidos.