En la Oficina Oval, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó órdenes ejecutivas para cobrar 25 por ciento de aranceles a las importaciones de aluminio y acero de todos los países
Un día después de lanzar su amenaza, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó dos órdenes ejecutivas para establecer aranceles de 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio.
“Es muy importante, vamos a hacer a Estados Unidos rico de nuevo”, dijo el mandatario estadounidense en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
De acuerdo con las órdenes ejecutivas, el aumento de las tarifas arancelarias afectarían a países como México, Brasil y Canadá.
Sin embargo, la Casa Blanca explicó que los aranceles de 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio serán aplicados a todas las naciones.
Según datos del Instituto Americano del Hierro y el Acero, el acero importado por Estados Unidos proveniente principalmente de Canadá, México, Corea del Sur, Brasil y Vietnam. Mientras que dos tercios del aluminio importado por la Unión Americana proviene de Canda, de acuerdo con la Asociación del Aluminio.
Nueva guerra comercial
Durante su primer mandato, Trump impuso aranceles de 25 por ciento a las importaciones de acero y de 10 por ciento a las importaciones de aluminio, pero luego hizo exenciones a países como México, Australia, Brasil y Canadá.
Además, el inquilino de la Casa Blanca dio a conocer que “probablemente este martes o miércoles” impondrá aranceles recíprocos a varias naciones para equiparar los gravámenes que estos aplican a los exportaciones estadounidenses.
En el pasado, Trump ha criticado a la Unión Europea (UE) por cobrar aranceles de 10 por ciento a los automóviles fabricados en Estados Unidos, mientras que la Unión Americana solamente aplica 2.5 por ciento a los vehículo europeos.
La semana pasada, impuso aranceles de 10 por ciento a todos los productos fabricados en China. En respuesta, la República Popular anunció tarifas en represalia.
En la antesala de una nueva guerra comercial, la UE ha advertido que responderá de la misma manera si Estados Unidos comienza a cobrar aranceles a sus productos, lo cual podría generar una nueva escalada de la inflación.