¿Cómo están?, me da mucho gusto saludarlos a través de “Códigoqro” este martes 25 de febrero y más gusto me da poder compartir con ustedes esta columna.
Lo que fue y es el PRI, pues tuvieron en sus manos gobiernos de mucho dinero y poder donde pudieron hacer obras y donde también por supuesto hicieron grandes cosas por este estado que es Querétaro, y además que no solamente culpemos o se culpe a los priistas que hoy están abandonando este instituto político de muchos años, de mucha historia y tradición, sino que también esto lleva su origen a través de los años que no solamente estos “nuevos priistas” como le dicen muchos, y que hoy pretenden estar en otros partidos políticos que tanto criticaron por cierto.
Es precisamente desde 1997 cuando fue la debacle del PRI, donde los peores candidatos a cargos de elección popular fueron presentados ante una sociedad queretana que estaba harta de un gobierno que venía dando mucho de qué hablar, que no estaban a la altura de los queretanos y que por supuesto presentaron candidatos viejos, desgastados, y reciclados, pero no hay mucho que decir ya que no tenían más que perder en las urnas de una sociedad que insistimos harta y cansada de los mismos de siempre, y es que es el caso de la derrota y de cómo entregaron la capital queretana en 1997 donde presentan al peor candidato que se tenía en ese momento con una pésima imagen y además con un discurso antiguo como lo era precisamente Marco Antonio León Hernández, este viejo político del PRI que al final representaba la vieja política en ese momento.
Este instituto no entendió el mensaje de quien fuera uno de los politicos más completos que ha tenido este país: Luis Donaldo Colosio en 1994, el mensaje era claro y fuerte, tener que reformarse la política y tenía que reformarse el poder a través precisamente de los nuevos cuadros que el PRI, debía de presentar ante las boletas electorales, y el caso de Marco Antonio León Hernández, fue uno muy simbólico tras perder con Paco Garrido, quien venía de la Ciudad de México y logra ser presidente municipal. El primer panista en la capital queretana que dio un giro muy importante, pero Marco Antonio León nunca superó la derrota de 1997, prácticamente lo dejaron solo y él ocasionó que las viejas estructuras priistas lo dejaran solo.
Ese PRI que dejó olvidado en una mesa del rincón y que como lo dijo él en alguna ocasión, “yo no me trago lo que me vomito”, y eso fue algo muy simbólico para muchos priistas que en su momento abandonaron el partido y que muchos también que quisieron retomar después de la derrota de 1997 ya no lo lograron, pero fue también el famoso Marco Antonio León Hernández que abandonó el PRI, los dejó solos y hablando a espaldas de los pocos que quedaban al pie de cañon.
Ese fue el primer “priista” que dejó el PRI en uno de los mejores momentos del partido a nivel nacional, en aquel momento donde gobernaba el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León, donde estaban figuras tan importantes en el Estado de México y en otros estados de la República como Tabasco con Roberto Madrazo, pero que al final Marco se refugió en una Delegación federal allá por Sinaloa muy lejos de su Querétaro, pues se tuvo que ir del estado para olvidar su vieja derrota y sobre todo lo pésimo que le fue en esa elección donde no demostró liderazgo y mucho menos tenía la experiencia suficiente para ser candidato.
Eso sí, le vino a ganar un personaje que a la fecha pudo ser un cuadro importante del PAN, pero que logró ser gobernador y que hoy en día muchos de la vieja escuela de Paco Garrido siguen estando en la política. Años después vendría prácticamente el PRI con los nuevos priistas como le decían de cariño y se hablaba que eran los “Pepe Boys”, esos niños que jugaban a la política con Pepe Calzada, y que buscaban la gubernatura para el año 2009, ellos querían a como diera lugar recuperar el gobierno del estado de Querétaro, querían a toda costa que la justicia y la democracia y la revolución se hicieran presentes y así fue que en el año del 2009, Pepe Calzada lograr la gubernatura del estado con niños en la política, jugando a ser políticos y que de repente estaban ya en la cumbre del poder, uno de ellos, es el ahora diputado de Movimiento Ciudadano Paul Ospital que llegaba prácticamente a quererse apoderar del Colegio de Bachilleres del Estado de Querétaro, pero que no lo lograba, ya que un viejo amigo de José Calzada originario de San Luis Potosí le ganaría la dirección de dicho colegio, y que como premio de consolación solamente quedaría como un supervisor más de este colegio.
A la larga, Ospital se convirtió prácticamente, decían muchos, en esa persona que podía rescatar la imagen del PRI, pero estaban totalmente equivocados, Ospital buscaba el interés personal como en su momento lo hacía León Hernández y que después de fracaso tras fracaso se refugió en la Ciudad de México en donde desde allá lo designaron diputado local en dos ocasiones, pero retomando a uno de los famosos “Pepe Boys” ahora de color naranja puedo decirle que nunca hay que “escupir para arriba”, como vulgarmente se dice, pues no olvidemos que este personaje sin “H” en aquellos tiempos del año 2009 siempre tuvo expresiones de repudio y humillaciones en contra de MC, según él ese partido nunca crecería ni tendría vida para ser un digno rival en las contiendas electorales, en fin estimados lectores la vida da muchas vueltas y en política no es la excepción.