La obra de Diego Rivera se basa en la heroica lucha de liberación colonial, y plasma la opresión de la población indígena y campesina, a la par que satiriza el modo de vivir de las clases dominantes de México
León, Guanajuato, vio nacer un 8 de diciembre de 1886 a Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez, mejor conocido como Diego Rivera. Junto a él, nació también su hermano gemelo Carlos María, quien murió cuando apenas tenía un año y medio de vida.
Diego se aferró a la vida y a pesar de que padecía raquitismo y una complexión muy débil, se mantuvo enérgico, hasta convertirse en uno de los muralistas mexicanos más reconocidos de la historia.
Pese a los deseos de su padre, que buscaba ver a Diego vestido de militar, a los 10 años Rivera ingresó a la Academia de San Carlos, donde tomó clases nocturnas y destacó por su talento para plasmar ideas en papel. Su capacidad como académica lo llevó a estudiar por espacio de 15 años (1907-1922) en varios países de Europa, pero fue en España, Francia e Italia donde conoció el arte de vanguardia, corriente que lo llevó a abandonar la pintura estrictamente académica.
Identificado con la lucha revolucionaria que se vivía en México, Diego Rivera volvió al país. Al lado del también pintor mexicano, David Alfaro Siquerios, estudió el arte precolombino, prestando especial interés en las obras Aztecas y Mayas, lo que influyó en los siguientes pasos que dio como muralista.
Diego Rivera fundó el Sindicato de Pintores, de donde surgió el movimiento muralista mexicano, inspirado en las raíces indígenas del país. Entre sus obras más famosas están las que ilustran la estancia de Hernán Cortés a tierras mexicanas, por ejemplo la llegada del conquistador a las costas de Veracruz o su primer encuentro con Moctezuma Xocoyotzin.
El movimiento muralista de Diego Rivera alcanzó la cumbre artística en 1928, cuando trabajó para la Secretaría de Educación Pública (SEP) y para la Escuela Nacional de Agricultura en Chapingo.
Diego describió su trabajo como “la realidad social mexicana”, por ello dividió su arte en dos esferas, la del trabajo y la del ocio y la distribuyó en zonas arquitectónicas separadas.
En 1929, Rivera recibió el encargo de llevar su arte a los muros de Palacio Nacional, ahí ilustró la historia del país desde la época prehispánica hasta el México moderno. Según palabras del autor, su obra se basa en la heroica lucha de liberación colonial y las imágenes plasman la opresión de la población indígena y campesina, a la par que satiriza el modo de vivir de las clases dominantes. Dando como representación de los valores nacionales, al indígena.
Sus trabajos como muralista reflejaban el pensamiento socialista de Diego Rivera, que posteriormente impulsaría la creación del Partido Comunista Mexicano.
Más adelante, Rivera llevó su corriente muralista a los Estados Unidos, pero su trabajo no fue bien recibido por la prensa norteamericana y su obra terminó por ser destruida.
Durante sus últimos años, Rivera se dedicó a pintar paisajes y retratos, hasta su muerte en 1957, debido a una insuficiencia cardiaca.
Del 1 al 9, ¿qué tal tu día en la escala de Diego Rivera?😴😋🤠🤔🤩🥳😅😊😝 El nuestro en 1 y vamos al 2.😜
Especial a 135 años del natalicio de Diego Rivera👨🏽🎨
📺 Miércoles 8 de diciembre, 16:30 h. pic.twitter.com/cewf7Zn7uG— TV UNAM (@tvunam) December 8, 2021