Con un poderoso mensaje a favor de la maternidad, Rihanna reapareció tras varios años de ausencia y encendió con sus éxitos el espectáculo del intermedio en el Súper Tazón LVII
Tras haber rechazado la invitación de la NFL para encabezar el espectáculo del intermedio del Súper Tazón en 2019, Rihanna se encargó de engalanar el show del medio tiempo en el Super Bowl LVII en el State Farm Stadium de Glendale, Arizona.
Luego de una ausencia de cinco años en los que se mantuvo ausente de los escenarios y siete años desde el lanzamiento de su álbum más reciente (Anti, 2016), la cantante originaria de Barbados apareció en una plataforma en lo alto del estadio.
Enviando un poderoso mensaje sobre la maternidad y su compatibilidad con el trabajo, la intérprete de 34 años reapareció con un compendio de éxitos como: “Only Girl”, We Foud Love”, “Where Have You Been”, “Rude Boy”, “Word” y “Wild Thoughts”.
Pese a que la NFL no paga directamente a los artistas que participan en el descanso del Súper Domingo, diversas fuentes indican que Rihanna recibiría 50 millones de dólares por año por concepto de derechos.
Antes de la culminación de su actuación, la intérprete de 34 años se despidió con dos de sus temas más emblemáticos: “Umbrella” y “Diamonds”. Los fuegos artificiales marcaron de una actuación que se postergó varios años, luego de que expresara su apoyo a Colin Kaepernick.
A lo largo de su carrera musical, Rihanna ha ganado nueve Premios Grammy y ostenta 14 temas número uno en la lista Billboard 100; recientemente, se convirtió en madre de su primer hijo con el rapero A$AP Rocky.