La historia del ratón Pérez se remonta a finales del siglo XIX, cuando la reina María Cristina de Habsburgo le pidió a Luis Coloma que escribiera un cuento para el futuro rey Alfonso XIII con motivo de la caída de su primer diente
Su creador no logró imaginarse que este cuento infantil se convertiría en un mito perpetuado para las futuras infancias.
Luis Coloma es mejor conocido como el padre Coloma, un cura que cuya creación fue la del Ratoncito Pérez, un ratón que vivía en una lata de galletas en la confitería Prast, en el número 8 de la calle Arenal de Madrid.
Coloma fue un abogado que se trasladó a Madrid y empezó a frecuentar los círculos literarios y tertulias políticas del País Vasco.
En 1872 resultó herido de bala, pero se recuperó milagrosamente, lo que él consideró como una segunda oportunidad que Dios le dio, por lo que decidió dedicarse al sacerdocio. Fue en 1874 cuando fue ordenado como sacerdote, según los registros de historiadores.
El Ratoncito Pérez fue una creación a petición de la reina regente, quien quería regalárselo al futuro rey Alfonso XIII. Una historia que habla sobre el viaje del pequeño rey Buby, un apodo con el que la reina se dirigía a su hijo, y el Ratoncito Pérez buscaba conocer el modo de vida de sus pequeños súbditos, algunos de ellos muy pequeños y pobres, como el niño Gilito.
Su creador no logró imaginarse que este cuento infantil se convertiría en un mito perpetuado para las futuras infancias. Además, Buby aprenderá valores como la valentía, el cuidado de sus súbditos y la generosidad.
El éxito de esta creación literaria cuenta con la Casa Museo del Ratón Pérez, desde el 2008, Madrid abrió este espacio para los amantes del ratón.