En su obra, Joshua Konejo rinde homenaje a las mujeres, madres autónomas que abrazan la crianza de sus hijos en solitario
Con una mirada muy peculiar, que toca una de las fibras más sensibles del tejido social actual, el artista visual Joshua Konejo refleja en su obra el México en el que miles de mujeres practican una crianza en solitario, en la que los infantes se ven relegados al abandono y al olvido de su progenitor varón.
Crónicas del fuego: la madre que abraza también da muestra del transitar del artista por las artes del fuego y es un recordatorio de resiliencia de madres e hijos que enfrentan el estigma de los padres ausentes.
Cada pieza que compone esta exhibición, abierta al público hasta el 2 de marzo en el Museo de Arte de Querétaro, transmuta en brasa, permitiéndole al fuego darle forma a afectos y violencias.
La voz del artista, que grita a través de la obra, pone a reflexionar a sus visitantes, al señalar que en México tres de cada cuatro hijos de padres separados no reciben pensión alimenticia, y nombra las violencias invitando al público a construirse desde el amor y la ternura que emana de aquellas madres autónomas que a diario buscan sacar adelante a sus hijos.
