Junto con sus compañeros António Félix da Costa y Anthony Davidson, el piloto mexicano Roberto González consiguió el segundo lugar en la categoría LMP2 de las legendarias 24 Horas de Le Mans
El piloto mexicano Roberto González subió al podio de las míticas 24 Horas de Le Mans, siete años después de que su hermano también lo hiciera. El regiomontano, a bordo del Jota #38, obtuvo el segundo lugar en la categoría LMP2, sexto de la general, junto a sus compañeros, el portugués António Félix da Costa y el inglés Anthony Davidson.
La carrera, que este año celebró su edición 88, vio cómo el mexicano y sus compañeros se quedaron cerca del triunfo en la categoría, pero una entrada a pits para recargar combustible los dejó a 30 segundos del auto 22 de United Sport, ganador de la clase.
Durante las primeras horas de la competencia, el equipo Jota remontó desde el lugar siete de salida a los tres primeros, lugares que ya no soltaron durante el resto de la prueba. Los pilotos se fueron alternando la conducción y, a la mitad de la prueba, el equipo ocupaba el lugar tres y siete de la general.
Para los últimos minutos, el drama llegó al circuito, cuando el auto 22 de United tuvo que entrar a pits para cargar combustible cuando faltaban nueve minutos, situación que aprovechó el Jota para acercarse a cinco segundos; no obstante, cinco minutos después el equipo del mexicano también tuvo una entrada rápida para cargar suficiente combustible para finalizar la prueba en la segunda plaza.
El de Roberto González fue el cuarto podio para un mexicano, luego de los obtenidos por Pedro Rodríguez, Ricardo González y Adrián Fernández.
En cuanto al otro mexicano en la prueba, Memo Rojas, su equipo tuvo que retirarse por problemas en el motor y por rotura de la suspensión, cuando faltaban más de nueve horas y se ubican séptimos de su clase.
Por otro lado, el equipo compuesto solo por mujeres que hizo presencia en la categoría LMP2 a bordo del Richard Mille Racing se ubicó noveno de la clase. Al volante estuvo la colombiana Tatiana Calderón, la alemana Sophia Flörch y la holandesa Beitske Visser.
El auto ganador absoluto de la prueba fue el número 8 de Toyota, conducido por Kazuki Nakajima, Brendon Hartley y Sebastien Buemi, quienes dieron cuenta de su auto hermano, el Toyota #7, tercero, y el Rebellion #1, segundo.
