Por haber incurrido en prácticas monopólicas absolutos que profundizaron la brecha salarial entre mujeres y hombres en el mercado del futbol, 17 equipos de la Liga BBVA MX fueron multados con 177.6 millones de pesos por parte de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
Asimismo, el organismo regulador sancionó también a la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) y a ocho personas físicas por haberse coludido con los clubes “para evitar o inhibir la competencia en el mercado de fichaje de futbolistas”.
En su resolución sobre el expediente I0-002-2018, determinó que los equipos América, Pachuca, Cruz Azul, Monarcas Morelia, Chivas, Santos Laguna, Tigres, Toluca, Pumas, Rayados, Necaxa, Atlante, Tijuana, Atlas, León, Gallos Blancos y Puebla fueron responsables de dos tipos de conductas:
“1.- Imponer topes máximos a los salarios de las jugadoras, lo cual profundizó aún más la brecha salarial entre mujeres y hombres futbolistas. 2.- Segmentar el mercado de los jugadores al establecer un mecanismo que les impidió negociar y contratarse libremente con nuevos equipos”, detalló a través de un comunicado de prensa.
La Cofece destacó que -desde la creación de la Liga BBVA MX Femenil en 2016- los clubes acordaron fijar un tope salarial máximo en tres categorías: 2 mil pesos para las jugadoras mayores de 23 años, 500 pesos más un curso de formación personal para las futbolistas menores de 23 años y ningún ingreso para las jugadoras de la categoría Sub-17; sin embargo, tendrían ayuda para transporte, estudios y alimentación.
Posteriormente, para la temporada 2018-2019, los equipos establecieron un nuevo tope máximo de 15 mil pesos para todas las futbolistas y solamente cuatro jugadoras podrían ganar más de dicha cantidad; además, acordaron que los apoyos en especie no podían superar los 50 mil pesos por torneo.
“La práctica, cuya duración fue de noviembre de 2016 a mayo de 2019, constituyó un cuerdo de colusión entre los clubes que tuvo el objeto y efecto de manipular los precios -en este caso los salarios de las jugadoras- y evitar que los clubes compitieran por su contratación mediante mejores salarios, lo que no solo repercutió negativamente en su ingreso, sino que también tuvo como consecuencia ampliar la brecha salarial por razón de género”, agregó.
El organismo regulador también confirmó la existencia de un fenómeno ampliamente conocido en el futbol mexicano: “el pacto de caballeros”, el cual habría funcionado durante por lo menos 10 años, es decir, desde junio de 2008 hasta diciembre de 2018.
Dicha maniobra también conocida como “derecho de retención” consistió en que los equipos afiliados a la Femexfut registraban a los jugadores con los que tenían un contrato, pero al vencimiento del acuerdo mantenían el derecho de retener a los futbolistas. En caso de que otro club estuviera interesado en contratar a un futbolista, debía conseguir la autorización del equipo que lo tenía en su “inventario” y, casi siempre, pagar un contraprestación.
Los acuerdos se concretaran durante el régimen de transferencias y contrataciones de jugadores, el cual era comúnmente conocido como draft.
“La conducta constituyó un acuerdo colusorio que tuvo el objeto y efecto de segmentar el mercado de jugadores para limitar la competencia de los clubes en la contratación de estos, lo cual restringió indebidamente la movilidad de los deportistas y limitó la capacidad de negociación para obtener mejores salarios”, enfatizó.
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