Aaron Rodgers guarda, hace 17 años, una promesa de venganza, hacer pagar a los San Francisco 49ers por no haberlo elegido en el Draft de la NFL de 2005
El pasador de los Green Bay Packers, Aaron Rodgers, guarda hace 17 años una promesa de venganza: hacer pagar a los San Francisco 49ers por no haberlo elegido para defender su insignia.
El mariscal de campo de 38 años, nacido en California, fue seguidor de los 49ers desde su niñez hasta su aparición en el Draft de la NFL de 2005, al que se presentó confiado en que el equipo de San Francisco lo elegiría.
Pero el equipo de sus amores “lo traicionó”. Escogió a Alex Smith y el californiano tuvo que esperar hasta la vigesimacuarta posición de la primera ronda para ser llamado por los Green Bay Packers, un equipo donde brillaba la leyenda Brett Favre. Tendría que esperar mucho tiempo antes de ser titular.
En la web aún circula el vídeo al final de aquel Draft en el que Rodgers es entrevistado por el canal de televisión CBS y el reportero le pregunta ¿qué tan desilusionado está de no haber sido seleccionado por los 49ers?
“No tan desilusionado como estarán los 49ers por no haberme elegido”, fue la advertencia del hoy portador del número 12 en los Packers.
En talento, seguramente los 49ers sí se dan de topes cada vez que ven lanzar a Rodgers sin embargo, en los emparrillados, la “venganza” no está completa. Con el ’12’ en los controles, Green Bay nunca ha derrotado a San Francisco en ‘playoffs’. Acumula tres derrotas.
El sábado podrá haber ajuste de cuentas durante el juego de la ronda divisional de la NFC.
Rodgers fracasó en el intento de consumar su venganza en 2012 en un duelo divisional en el que los 49ers vencieron por 45-31. Un año después, en la ronda de comodines, ni siquiera el cobijo del Lambeau Field, hogar de los Packers, le ayudó a evitar la derrota por 23-20.
Su más reciente oportunidad fue en 2019 en el partido por el campeonato de la Conferencia Nacional y el pase al Super Bowl que luego perdería por 37-20.
El experimentado pasador tendrá este sábado, quizá, su última opción de ganar por primera vez en ‘playoffs’ a los 49ers. La última porque Rodgers anunció en diciembre que prepara el adiós a la NFL.
“No descartaría retirarme. Uno quiere poder jugar a un gran nivel, pero otra parte es no querer ser un jugador del montón”, dijo antes del juego de la semana 17.
Los números totales del mariscal de campo ante San Francisco marcan seis triunfos y seis derrotas. Récord de 6-3 en temporada regular, pero con ese negativo 0-3 en postemporada.
Estadísticas que contrastan con su predecesor en Green Bay, Brett Favre, quien dominó a los 49ers con una aplastante 12-2 en campaña regular y 4-1 en playoffs.
Rodgers y sus Packers llegan como favoritos a este juego de división. Son campeones del Norte, fueron el mejor de la NFC con un registro de 13-4, posición que les dio derecho a descansar en la ronda de comodines, por lo que tuvieron una semana extra de descanso.
San Francisco, 10-7, fue el último entre los clasificados de la Conferencia Nacional y sorprendió al eliminar como visitante a los Dallas Cowboys, monarcas del Este de la NFC.
Es tiempo de saldar deudas y Aaron Rodgers cuenta los últimos granos de arena del reloj de su carrera para cumplir aquella sentencia de 2005; hacer pagar a los 49ers por no haberlo vestido de rojo.