Argentina no tuvo una gran exhibición, pero fue contundente ante una estéril Selección Mexicana que está al borde de la eliminación
México planteó un partido con cinco defensores, tres mediocampistas y dos delanteros, sin un contención fijo limitó a Argentina a cero remates durante los primeros 45 minutos. Sin embargo, el esquema se rompió cuando Andrés Guardado salió del campo por lesión.
Argentina no supo descifrar el candado que presentó Gerardo Martino. Sin embargo, para el complemento, el cambio de Erick Gutiérrez condicionó el planteamiento. Sin un contención nominal que lo marcara, Lionel Messi encontró el balón en tres cuartos de cancha y con un zurdazo contundente marcó el 1-0.
Con el resultado en contra, Martino sacó de la cancha a Lozano y a Vega, para darle entrada a Antuna y a Alvarado, los cambios perjudicaron el accionar del Tri y no tuvo profundidad. Scaloni, en busca de amarrar el resultado, hizo un planteamiento espejo, con línea de 5 que fue kriptonita para un equipo mexicano que no generó ninguna llegada de peligro.
Sin sangre en las venas, México entregó el partido. A través de un tiro de esquina, Enzo Fernández aprovechó la tibia marca de Gutiérrez para, de parte interna, colgar la bola del ángulo, nada qué hacer para Guillermo Ochoa.
Los minutos finales transcurrieron sin que la Selección Azteca pudiera acercarse a la portería de Emiliano Martínez, que solo tuvo una intervención importante, a tiro de Alexis Vega.
Con el 2-0 Argentina tiene vida en el grupo y depende de sí mismo para calificar en primer lugar de grupo. México, con un punto y diferencia de -2 goles, necesita ganar a Arabia por dos goles o más para no depender de otro resultado. Lo preocupante es que no anotan un gol en Mundial desde hace más de 393 minutos de partido.
