Real Madrid aprovechó la ventaja que obtuvo en la ida y, con poco futbol, pero mucha gallardía, resistió el asedio de un RB Leipzig carente de ideas en ofensiva. El empate a un gol coloca a los merengues entre los mejores ocho equipos de Europa.
Carlo Ancelotti buscó ganar el partido poblando la media cancha, con un 4-3-2-1. Real Madrid dominó la posesión de la pelota, sin acercarse a la portería rival, ante un RB Leipzig que sufrió por las bajas de Simakan y Klostermann.
La primera mitad del choque por los octavos de final de la UEFA Champions League, en el estadio Santiago Bernabéu, careció de emociones. El primer remate a puerta en el partido llegó al minuto 40, desde los pies de Xavi Simons; pero el remate fue bien contenido por Lunin.
Durante los instantes finales de la primera parte, Loïs Openda tomó un rebote y puso a temblar a la hinchada del Bernabéu, porque el balón tocó la red, pero por la parte de afuera.
El impulso de los últimos minutos le dio energía al Leipzig que adelantó líneas e intentó incomodar al Real Madrid desde la salida.
Los de Ancelotti respondieron a la presión con pases verticales, buscando la espalda de los defensores alemanes y la primera jugada de peligro la tuvo Rodrygo; pero Péter Gulácsi contuvo el remate al primer poste.
El disparo de Rodrygo fue el primero del Real Madrid entre los tres postes. Sesenta minutos tardó el conjunto blanco en rematar a puerta; pero solo fue un aviso de que lo mejor del partido estaba por comenzar.
Cuatro minutos más tarde, Vinícius Jr. aprovechó un contraataque bien llevado por Bellingham y marcó el 1-0.
Toni Kross interceptó un pase en propia cancha, sirvió para Jude que corrió la milla con balón controlado y filtó un pase para que “Vini” marcara su tercer gol en la presente edición de la UEFA Champions League.
La respuesta de los visitantes fue inmediata. El capitán Willi Orbán se adelantó a la marca de Nacho Fernández y, de cabeza, empató las papeletas 1-1.
Durante los minutos finales, Real Madrid decidió defender sin balón, muy cerca de la portería de Lunin. RB Leipzig tuvo dominio posicional, pero en tres cuartos de cancha no mostró lucidez. Siempre que intentó acercarse al área contraria chocó con un muro blanco.
Lo más peligroso que tuvieron los alemanes para empatar el marcador global fue un remate de Orbán que, tras un tiro de esquina, remató sin marca, pero desviado.
Ya en tiempo de compensación, Dani Olmo tuvo un remate que se hizo cimbrar el larguero, ante la mirada incrédula de la afición blanca que pedía el final del juego.
Real Madrid sufrió, pero resistió los embates del RB Leipzig; con el empate se clasificó a los cuartos de final de la UEFA Champions League por onceava ocasión en las últimas 13 temporadas.
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