El sueño de México termina en semifinales; cae 3-0 ante Brasil

El sueño de México en la Copa Oro Femenil terminó en semifinales, las dirigidas por Pedro López cayeron 3-0 ante su similar de Brasil

La semifinal de la Copa Oro Femenil enfrentó a Brasil y a México, en un partido que arrancó sin un dominador claro, con dos conjuntos a los que les costó sacudirse los nervios.

Brasil dominó la posesión del balón, pero no logró generar peligro, ante un equipo de México que cortó los intentos ofensivos del rival, pero no consiguió acercar el esférico a la portería de Luciana Dionizio.

Al minuto 20 del primer tiempo, un error de la zaga mexicana le abrió la puerta a Brasil. Esthefanny Barreras y Nicolette Hernández no tuvieron coordinación y dejaron el balón a merced de Adriana Leal da Silva, que solo tuvo que empujarla para el 1-0.

Tras ponerse arriba en el marcador, las brasileñas vivieron sus mejores momentos y en los botines de Beatriz Zaneratto estuvo la oportunidad de ampliar su ventaja, pero una oportuna salida de Barreras evitó el tanto.

Polémica arbitral

Instantes más tarde, al 29’, tras revisar en el VAR, la árbitra estadounidense Victoria Penso expulsó a Nicolette Hernández por cortar una acción manifiesta de gol. En una decisión más que controversial que puso el juego muy cuesta arriba para las tricolor.

Con una futbolista menos vino el desorden táctico de las mexicanas, lo que aprovechó Brasil poner las papeletas 2-0. Antônia da Costa tomó un balón en los límites del área y puso su remate pegado al poste, imposible para la guardameta nacional.

Apenas iniciando el complemento, la Selección Nacional de México sufrió otra desconcentración en zona defensiva y, ante la mala marca, Yasmim Assis definió de “taconcito” para el 3-0.

Pedro López realizó cambios y durante la última media hora de partido sus dirigidas equilibraron las acciones. Si bien les costó generar en ofensiva, el orden en zona baja evitó una derrota por mayor diferencia.

Lo más peligroso que tuvo el equipo mexicano para hacerse presente en el marcador fueron intentos aislados de Lizbeth Ovalle, que lo intentó pero no pudo generar asociaciones en campo rival.

México nunca bajó los brazos, pero no pudo contra el poderío brasileño; sin embargo, esta actuación puede marcar un punto de irrupción para el futuro del futbol femenil. El sueño terminó en semifinales, pero en el horizonte se divisan nuevas alegrías para estas futbolistas y su afición.

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