Al borde de la excelencia, en un Allianz Arena repleto, con el arquitecto Toni Kroos al frente y con la electricidad de Jamal Musiala, Florian Wirtz y Kai Havertz, Alemania presentó sus credenciales como candidata al título tras pasar como una aplanadora frente al conjunto de Escocia (5-1). Sin duda, el anfitrión se mostró como una selección cautivadora en la inauguración de la Eurocopa y sellando una noche perfecta en Múnich.
El conjunto germano liderado por Julian Nagelsmann inicia respirando de la mano de Kroos, quien en cada golpeo equilibró al conjunto alemán e hizo lo que quiso con los escoceses. Por lo que exhibió todo su repertorio, lleno de pases precisos en corto y de balones en largo quirúrgicos para combinar con Andrich, un virtual correcaminos; mientras que en las bandas encontró apoyo con las joyas juveniles, Wirtz y Musiala; de enganche la efectividad de Gündogan; y arriba, el atino de Havertz.
Con esa escudería, Alemania echó la carne al asador desde el primer segundo, presionando hasta superar a McTominay, McGee y Robertson. En tanto que Toni Kroos inició la jugada del primer tanto con un cambio de juego milimétrico de banda a banda que recogió Kimmich para poner la pelota en el borde del área, donde apareció Wirtz para batir a Gunn.
En el minuto diez, Alemania ya estaba por delante y las gaitas escocesas de la grada se silenciaron para siempre. De nueva cuenta Kroos concedió un pase en el minuto 20, a Gündogan, quien cedió la pelota a Havertz y éste se la dio a Musiala, mismo que combinó con Gunn y él fusiló con un disparo dentro del área.
Alemania, con su segundo tanto, irradiaba una felicidad y apretó el acelerador, así que llegó la tercera anotación en forma de penalti que cobró Havertz, derivado de la expulsión de Porteous por una entrada temeraria sobre Gündogan. Así culminó la primera parte del encuentro.
En el vestuario, Nagelsmann no ordenó contención y sus jugadores, algo más pausados, controlaron el resto del choque sin sobresaltos. Para la segunda parte, Kroos se erigió como el director de todas y cada una de las acciones, llevando el tempo del choque y acercó al cuarto gol con un disparo de Rüdiger que repelió Gunn y con un lanzamiento de Wirtz que rozó el larguero.
Mención especial para Musiala, un regateador nato y que por la banda izquierda desquició en la primera parte a Porteus, más tarde a Ralston. Cabe destacar que casi todas las jugadas gobernadas por Kroos terminaron con las acciones del jugador del Bayern y entre los dos cimentaron una victoria que redondearon Füllkrug y Emre Can en el último tramo del partido, con las anotaciones cuatro y cinco, respectivamente, pero que también coloreó Rüdiger con un tanto en propia meta para la alegría escocesa.
Al final, los asistentes al Allianz Arena corearon “Toni, Toni” en cada falta o córner que sacaba su jugador y también fue ovacionado al ser sustituido por Emre Can. Por lo que el futbol llorará su pérdida y más su selección, pero mientras se despide por los estadios de su país, Alemania pasa página y se entusiasma porque ya es una candidata oficial al título.
Con información de: Agencia EFE
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