Romper el inaccesible techo de cristal…
“Reconozco la importantísima determinación de la mayoría de este tribunal pleno, de romper lo que parecía un inaccesible techo de cristal”, dijo ayer la ministra Norma Lucía Piña Hernández, al convertirse en la primera mujer en presidir el máximo tribunal de este país: la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“Agradezco a las que siempre han creído, a las que no se han cansado de intentar cambios que poco a poco arrinconan nuestra cultura patriarcal. Honro, en este momento, a las que ya no están, trabajaremos, nos esforzaremos todos los días por una sociedad más justa, más igualitaria, sin violencia contra las mujeres; ese es un anhelo, que no les quepa duda”, manifestó quien también encabezará el Consejo de la Judicatura Federal del 2 de enero de 2023 al 31 de diciembre de 2026.
La ministra llegó a la Corte en 2015, propuesta por el entonces presidente Enrique Peña Nieto, para ocupar la vacante que dejó Olga Sánchez Cordero. El Senado aprobó su nombramiento en una polémica sesión en la que Manuel Bartlett, en su calidad de legislador en aquel momento, acusó una “demagogia feminista” y aseguró que no iban a votar por mujeres, que iban a “votar por la mujer que eligió Peña Nieto”.
Esquivel Mossa acusó intimidación de poderes fácticos
Y antes de iniciar la votación para elegir al titular de la SCJN, la ministra Yasmín Esquivel Mossa, quien contendía también por el cargo en medio del escándalo por presuntamente haber plagiado su tesis de licenciatura, acusó una manipulación de la información por parte de los poderes fácticos para incidir en esta elección.
“Que ninguna persona juzgadora en este país se deje intimidar por fuerzas ajenas, como lo son las mediáticas, políticas, económicas o sociales”, dijo… pero ni así se le hizo.
En tanto, la oposición vio en el nombramiento de la nueva presidenta una derrota de López Obrador.
El Poder Judicial está muy mal: AMLO
Y a pesar de que el viernes pasado, el queretano Arturo Zaldívar, al rendir su Informe de labores, aseguró que entregaba un poder Judicial renovado, íntegro, moderno, profesional y con sentido humano, que responde con resultados y rinde cuentas con datos duros, que resiste los embates de los factores reales de poder y que preserva su independencia con hechos y no con palabras, en la mañanera de ayer AMLO insistió en que el poder Judicial está secuestrado, que está muy mal y que faltan convicciones, ideales y principios.