Hay distracción, desorganización y problemas tecnológicos, argumentan
La desorganización en las escuelas, las fallas en los equipos tecnológicos, el fastidio y -sobre todo- la falta de interacción con el profesor para despejar dudas son algunas de las complicaciones que niños y jóvenes del estado de Querétaro han enfrentado en el regreso a clases en línea con la nueva normalidad, para el ciclo escolar 2020-2021.
Cabe recordar que el pasado 24 de agosto, en Querétaro, más de 460 mil estudiantes de educación básica retomaron labores académicas a través de la modalidad virtual, utilizando aplicaciones de videollamadas para dar continuidad a su formación mientras pasa la contingencia sanitaria por el COVID-19.
Sin embargo, a siete semanas del arranque del ciclo escolar bajo la nueva estrategia educativa, siguen presentándose fallas y desorden, y se continúa trabajando en la adaptación tanto por parte de los docentes como de los alumnos, sobre todo en los más pequeños.
Tal es el caso de Sofía Palma, de nueve años, que cursa el cuarto año de primaria, quien afirmó que, además de sentirse fastidiada por los meses en que ha estado “encerrada” en su casa, hoy en día le cuesta trabajo entender las instrucciones de su profesor, pues -dijo- no hay manera de aclarar dudas.
“Me siento muy encerrada (…) No le puedo preguntar al maestro de frente, solo por la clase virtual, y a veces no se puede”, dijo.
En la misma situación se encuentra Alejandro Ramírez, de 13 años, quien mencionó que el nuevo año escolar ha sido complicado desde las primeras semanas, ya que hay temas que no le quedan claros y la dinámica virtual hace más difícil que mantenga la atención en la clase. Esto se suma a los problemas tecnológicos que se llegan a presentar.
“Algunas de las preguntas no les entiendo por las clases en línea, además, se me descompuso mi celular y me cuesta trabajo entrar a las clases en el teléfono de mi mamá”, comentó.
Adicional a esto, hay otros problemas que los estudiantes enfrentan, como la desorganización entre los maestros, así como la que perciben en la asignación de las tareas.
Arturo García, de 14 años, señala que ha tenido problemas con los horarios de clases, ya que los maestros no han mostrado una organización para las materias, lo que provoca que muchas veces se empalmen. También dijo que las tareas se le han dificultado por falta del apoyo docente.
“Tengo problemas con los horarios que se están teniendo, ya que muchas veces no se ponen de acuerdo los maestros con las tareas o los horarios de clase. (…) El único problema que tengo a veces para mis clases es que le falla el micrófono a mi computadora y no me permite interactuar”, dijo.
En los niños más pequeños, la distracción es el problema más recurrente en las clases virtuales, aunada a la desesperación y poca comprensión de lo que representa el confinamiento en esta contingencia sanitaria.
Julia Juárez, de siete años, relató que con esta modalidad virtual le ha resultado un poco difícil entender y concentrarse en sus actividades escolares.
“Me siento bien, pero ya quiero que se acabe esta pandemia, porque ya quiero que todos podamos salir y regresar a la escuela. En la clase virtual me pongo nerviosa y por eso a veces no termino mis trabajos, me distraigo y no puedo controlar mis nervios, porque todos hablan y escriben en el chat, aunque también me gusta escribir en el chat. Ya extraño mi escuela y a mis compañeros”, indicó.
Matías Reséndiz, de ocho años, también manifestó su incertidumbre por querer regresar a las clases presenciales:
“Me siento mal porque no puedo ver a nadie, con mis clases en casa estoy bien, pero ya quiero ver a mis amigos. En mis clases por Zoom todos hablan al mismo tiempo y yo no puedo hablar, tengo que levantar la mano, pero no siempre me dan la palabra, por eso extraño mi escuela y a mi maestra, porque no tengo forma de preguntar. Mi mami siempre me ayuda, pero me desespero cuando no entiendo, lo mismo me pasa con mis tareas”, relató.
Johana Torres, de siete años, afirmó que esta modalidad no le gusta porque en lugar de su maestra es la televisión quien le enseña. Sin embargo, ella tiene la ventaja de que sus abuelitos le dan apoyo educativo en casa y eso, dijo, es lo que le ha permitido entender mejor la educación que en esta etapa está recibiendo.
“Ojalá que esto se acabe pronto, porque me da mucho miedo que uno de nuestros familiares se enferme, pero también ya quiero salir, extraño ver a mis maestros y mis amigos. Yo he sentido raro tomar clases en la tele, porque yo estoy acostumbrada a que mi maestra me dé clases, ya quiero regresar a mi escuela, porque me cuesta trabajo estarme acostumbrando a las clases en línea, me cuesta trabajo que la maestra no ande enseñando, sino que sea la televisión, no me gusta ese modo de aprender. Mis abuelitos a veces me vienen a dar clases, eso me ayuda a aprender un poquito más, ya que mi maestra no puede”, detalló.
Si bien los entrevistados cuentan con acceso a internet, manifestaron algunas problemáticas tecnológicas que han enfrentado, como la mala calidad del servicio, que se les va la luz, se sobrecarga su equipo tecnológico, se han descompuesto algunos de sus aparatos o accesorios y que las plataformas se traban.
Sin embargo, lo que más destacaron todos ellos es el apoyo que tienen en sus madres y padres para reforzar estos aprendizajes.
Cabe señalar que hasta el día de hoy no hay una fecha para el regreso a las clases presenciales, debido a que de acuerdo con las modificaciones al semáforo epidemiológico publicadas en el periódico oficial del estado de Querétaro La Sombra de Arteaga el pasado 27 de septiembre, “las actividades educativas se reanudarán cuando las autoridades educativas y sanitarias a nivel federal y local, así lo determinen”. La entidad se encuentra desde el 28 de septiembre en semáforo amarillo.
