Poco dinero, una camioneta desvielada, un préstamo, la necesidad de trabajar y muchas ganas de salir adelante motivaron a varios jóvenes, quienes por la pandemia se quedaron sin empleo, a emprender un negocio propio en el que ahora tienen puestas todas sus esperanzas.
Ellos vieron en la crisis económica una oportunidad de crecer y, aún con el miedo que sentían de volver a fracasar, decidieron arriesgarse.
En diciembre, David Ángel no tenía trabajo, así que decidió vender jitomate y después puso en marcha una verdulería móvil, sin embargo, cuando empezó a hacer calor quebró; en febrero de este año miró su cartera y vio un billete de 200 pesos, el único que le quedaba, así que después de fracasar con los otros negocios, le dijo a su prima Mariana: “Vamos a comprar unos elotes para vender”.
“La idea de Los Esquites de Martina surgió un día que se nos antojó ir a comprar un esquite y no teníamos a dónde ir por nuestro rumbo, entonces, esa tarde le dije a Mariana: ‘Tengo 200 pesos y una mayonesa’, vamos a comprar unos elotes y los vendemos en la esquina de la casa”.
Compraron 30 piezas de elote, de los cuales utilizaron 10 para hacer esquites y los llevaron a vender a la esquina de la avenida Zacapoaxtlas y Mayas, en la colonia Geo-Plazas, donde le pidieron al dueño de una taquería que les diera permiso de ofrecer su producto.
“Nos paramos en la esquina a vender los elotes y ese primer día se vendieron ocho esquites y 15 elotes; para nosotros fue un logro, porque no teníamos una luz que nos dijera ‘por aquí es el camino’, en realidad estábamos parados y solo queríamos sacar la venta, así que al siguiente día volvimos a encargar otros 30 elotes”.
En ese lugar solo estuvieron tres semanas, porque el dueño de la taquería no quería que le estorbaran a los clientes, sobre todo porque en la zona había poco lugar para estacionarse, tiempo suficiente para hacerse de algunos clientes.
Una parte del dinero que sacaban la utilizaban para resurtir el elote y la otra la destinaron para la reparación de una camioneta que tenían desvielada.
“Del dinero del día se reparó la camioneta, la cual requirió medio ajuste, iba a los depósitos de chatarra y juntaba cosas recicladas como parrillas, fierros y una lona azul, así que con fierro y madera acondicioné la camioneta para que tuviéramos lo necesario para salir a vender”.
Después de 17 años de dedicarse a ser mesero en restaurantes, antros y cantinas, David se quedó sin empleo, así que decidió apostarle a este negocio para tener una entrada fija.
“Estos tres meses han sido relativamente de mucho esfuerzo, porque no tengo otra opción, ni una dirección a dónde voltear, así que decido aferrarme y levantarme; a diario voy para hacer una medida para que me sepan igual y el poquito producto se me termine”.
Aunque en ocasiones regresaban a casa desilusionados porque no se les vendía nada, a David y Mariana eso no los desmotivaba; al contrario, le echaban más ganas en mejorar la receta, porque querían darle a la gente algo diferente, limpio y de calidad.
“Le echamos ganas, porque la gente nos motivaba y aunque todos tenemos necesidad, había quienes llegaba con nosotros para distraerse y disfrutar de una rica botana (…) todos los días nos levantamos con la idea de mejorar la receta para que la gente nos tenga más confianza; cada día es uno nuevo y tenemos que echarle ganas y si nos volvemos a caer, tenemos que levantarnos”.
Ellos decidieron hacer algo novedoso para destacar entre el resto de los vendedores de esquites, por lo que ofrecen esquites de patas de pollo, de tuétano de res y de camarón.
“Hacer este tipo de esquites surgió porque, cuando era niño, mi madre nos hacía los esquites de patitas de pollo y decidimos hacer los de tuétano y camarón para vender algo diferente”.
David no tiene miedo a que su negocio no prospere, porque no es la primera vez que fracasa, pero, además, esa palabra no está en su vocabulario y en lo único en lo que piensa es en mejorar y mantenerse por si se llega a presentar nuevamente una crisis por la pandemia.
“Estamos en tiempos difíciles, pero no está en nuestra visión pensar en quebrar y aunque ya hemos caído antes y esas caídas nos han ayudado a levantarnos, en lo que nosotros estamos pensando es en mantener el negocio de cualquier forma, porque es de ahí donde vivimos; así que quien guste disfrutar de algo rico y diferente, nos encuentra en la calle Pl. Márquez, esquina avenida Mayas, en la colonia Geo-Plazas, de martes a domingo”.
“La pandemia me obligó a emprender”
Ayaneli Lizeth Luna Rodríguez tenía mucho tiempo que no experimentaba el miedo, pero hace un año lo volvió a sentir cuando decidió emprender su propio negocio tras quedarse sin trabajo.
La joven de 24 años tenía el plan, a futuro, de independizarse de la estética en la que laboró durante dos años para hacer algo propio, pero sin ver venir la pandemia, tuvo que hacer realidad su sueño mucho antes de lo pensado.
El sábado 22 de mayo cumplió un año de haber abierto su estética, Luna Nails, para lo cual tuvo que solicitar un préstamo que aún debe para equipar y adaptar el espacio que montó en su casa, de la que por fortuna no paga renta.
“Me dio mucho miedo empezar mi negocio y aunque era un proyecto que tenía a futuro, tuve que iniciarlo al quedarme sin trabajo, así que pedí un préstamo y, con el apoyo de mi esposo, puse mi propia estética”.
Hace un par de meses otra persona abrió una estética en la misma calle en la que Ayaneli tiene la suya y aunque en un principio le preocupó la competencia que pudiera tener, este sentimiento se disipó cuando poco a poco fue llegando más gente que había sido recomendada por otra.
“La mejor recomendación es mi trabajo, así que cada quien se hace de sus clientes y afortunadamente yo ya tengo los míos”.
Ahora le agradece a su exjefa por haberla corrido, pues de no haber sido por ella, Ayaneli no se hubiera animado a emprender su propio negocio en la calle Fuerte de Alora 223, en la colonia El Vergel.
“Un fin de semana me enfermé del estómago y el lunes me pidió que le trajera una prueba de COVID o de lo contrario ya no me presentara, pero le dije que si ella me la pagaba, me la hacía, pero ya no contestó los mensajes que le envié los siguientes días y me di por corrida”.
Explicó que como empezó a trabajar desde que tenía 16 años, poco a poco se fue haciendo de sus clientes, por lo que después de platicar con su esposo decidió poner su propio negocio.
“Vi la posibilidad de tener dinero y lo invertí para hacer la puerta y una la lona, pero como me faltaba un poco de dinero, solicité un préstamo y afortunadamente me lo dieron (…) me siento muy contenta y agradecida de que me hayan corrido, porque si no, no hubiera hecho esto”.
Reconoce que aunque al principio fue difícil estar trabajando para pagar el préstamo, ha tenido la oportunidad de juntar un poco de dinero para invertir en equipo y mobiliario que le hacía falta.
“Estoy muy a gusto, a comparación de cuando empecé, sí me ha incrementado el número de clientes y a su vez he visto cómo han aumentado mis ganancias y ha crecido mi negocio; en la estética en la que trabajaba en la colonia Satélite me pagaban un sueldo, pero ahora gano mejor, aunque al principio todo se iba a la inversión y a comprar cosas, pero ahorita ya lo que sale son puras ganancias”.
Reconoció que al principio le fue un poco difícil, porque incluso le tocó sacar a su hija de cuatro años de la escuela particular en la que la tenía para poder utilizar lo de la mensualidad del kínder para pagar el préstamo.
“Opté por ponerla en una escuela pública para poder ahorrarme lo de la inscripción y la mensualidad, y poder destinar ese dinero a dar un abono al préstamo o para la comida”.
El titular de la SSPMQ, Juan Luis Ferrusca, informó del fallecimiento de 10 personas en…
Este sábado, el Gobierno de México anunció que una empresa de granos se instalará en…
Familiares de las 11 personas asesinadas en Chilpancingo pidieron no cerrar el caso y continuar…
La FGE de Querétaro y la Fiscalía de la CDMX cumplimentaron una orden de aprehensión…
La Sedena informó de la detención de "El Fantasma", presunto jefe de plaza de un…
UAQ apoyará a migrantes con la primera Clínica Jurídica y Laboratorio de Incidencia para la…