La satisfacción moral de saber que se ayuda a otra vida humana sin esperar nada a cambio es la principal motivación que encuentran los donantes de sangre y es la que los impulsa a regresar al lugar en donde deberán invertir hasta más de medio día entre la espera de turno y el llenado de cuestionarios y análisis clínicos, para donar menos de medio litro de sangre. Pero al salir, la alegría de apoyar a alguien más es lo único que perdura en sus mentes.
“Siento mucha emoción, la verdad es que yo salgo con una sonrisa y me da mucha alegría el poder ayudar a alguien; a lo mejor se escucha muy exagerado, pero sí creo que al donar sangre, salvas una vida y es muy satisfactorio. Es algo que no grito a los cuatro vientos, es algo íntimo, algo muy mío, y, pues, es una alegría, porque me quedo con la satisfacción de que pude hacer algo bueno por alguien”, expresó Lucía Serrano Mondragón, en el marco de la conmemoración, este 14 de junio, del Día Mundial del Donante de Sangre. Lucía es donante activa desde hace tres años y hace apenas un mes realizó su última donación de una unidad (450 mililitros) en apoyo de una persona que no conocía y tenía complicaciones tras una intervención quirúrgica, cuyos familiares solicitaban, a través de redes sociales, 20 donantes.
“Vi publicada en redes sociales la fotografía de una persona, los familiares de la chica estaban solicitando 20 donantes para que la pudieran operar; ahí venía el teléfono y pude contactarme con la familia. Lo hago solo dos veces al año, porque es lo que me permite el hospital y a estas personas les faltaban 19, y sí, es difícil, porque ellos me dijeron que llevaron a varias personas, pero como te hacen exámenes previos, la mayoría de las veces las personas no pueden porque tienen alguna comorbilidad, hepatitis o alguna complicación”.
Lo que hizo a Lucía tomar la decisión de ser donante altruista de sangre fue un evento de emergencia de salud de su cuñada, quien durante el parto se puso muy grave.
“Hace como unos cinco años, mi cuñada, la esposa de mi hermano, se puso muy grave cuando iba a dar a luz; la verdad es que ella está viva de milagro, el diagnóstico era muy desalentador, se complicó la cirugía, que de hecho la tuvieron que trasladar de Uruapan a Morelia. Yo en ese entonces estaba en Sonora, entonces, me sentí impotente al no poder ayudarla y creo que eso fue lo principal que me motivó, el no poder apoyar a mi cuñada, a mi hermano, a conseguir esta sangre que necesitaba, y a partir de ahí dije: ‘no me gustaría que le pasara a otra familia lo que nosotros vivimos’”.
Por otro lado, Libertad Ramírez Campos, quien si bien se identifica más con el perfil de donante, también ha necesitado de donantes, considera ser consciente de las “vicisitudes” que ambas partes viven en el proceso de la donación de sangre y afirma que hace falta sensibilizar y concientizar a la población sobre la importancia de donar para contribuir con la salud de pacientes que requieren transfusiones de sangre.
“Hasta que estás en cama esperando reunir los donantes que te solicitan para equis cirugía que te van a hacer es cuando te das cuenta de lo importante que es tejer lazos de solidaridad hacia la gente que no conoces y que puedes ayudarle mucho sin tener que invertir un solo peso. La sangre la tenemos en todo nuestro cuerpo, lo único que tenemos que hacer es mantenernos saludables para poder ser un buen prospecto de donante, pero no nos cuesta nada y cuántas veces gastamos dinero en banalidades; entonces, solo es cuestión de que nos caiga el veinte de que nuestra sangre es fuente de vida y es muy lindo ayudar”.
Ramírez Campos expresó que desde que tuvo la edad para poder donar, lo hizo, pero en un principio solo para familiares que en su momento lo necesitaron. No obstante, con el paso de los años, se ha informado más sobre los donantes altruistas y es una actividad que le ha dejado aprendizaje hasta de cómo cuidar mejor de su salud y cuerpo.
“Al saber que soy donante altruista, hago consciente de que mi cuerpo tiene que estar mejor cuidado, con mejor alimentación, un poco de ejercicio, evitar el tabaco y el alcohol; que esos pequeños cambios que haces en tu vida cotidiana, a la larga, hasta te hacen sentir mucho mejor, con más energía, más saludable y sabes que si continúas así, en cualquier momento vas a poder salvar una o varias vidas, porque con una unidad se puede beneficiar hasta a cuatro personas”.
Ana Gabriela González Sandoval, directora del Centro Estatal de Transfusión Sanguínea (CETS), indicó que desde principios de este 2021 más personas se han acercado a donar, ya sea de manera altruista o por reposición, después de haber sido beneficiadas; de manera que el centro actualmente se encuentra a un 90 por ciento de su capacidad.
“En el año 2021, la donación ha cambiado, hemos visto que la gente ha acudido a obtener los servicios de salud nuevamente para todas las especialidades y enfermedades que tenemos dentro de los hospitales de la Secretaría de Salud (Seseq); por lo tanto, el CETS ha regresado a su capacidad inicial de trabajo, la población ha respondido, viene a donar; las campañas de donación altruista siguen siendo por redes sociales, radio y televisión, de manera que ya tenemos un 90 por ciento de la productividad anterior al día de hoy”.
La directora aseguró, sin precisar cantidades, que el CETS de Querétaro cuenta con la reserva suficiente de los diferentes grupos sanguíneos. El tipo de sangre que más se requiere es el “O positivo” y el más difícil de conseguir, el “AB negativo”. El centro presta el servicio a todos los hospitales de la Seseq e incluso al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
“La sangre es un producto vivo, es un tejido, por lo tanto, se renueva y se van cambiando los ‘stocks’. Lo que es una odisea es que la sociedad participe de forma altruista. Si las cirugías son programadas, los protocolos quirúrgicos requieren tener las unidades de sangre disponibles para no poner en riesgo a los pacientes, entonces, si la población no participa de manera altruista, se le pide que haga donaciones familiares o de reposición, esto quiere decir, después de que nosotros brindamos el servicio”.
Finalmente, la directora indicó que la venta de sangre es un delito federal y se pena con cárcel, así que la única manera de obtener unidades de sangre es a través de los bancos de sangre o los centros como el que dirige.
“Cualquier persona que necesite asistencia de sangre, necesariamente tiene que ser atendidos en una unidad que tenga un convenio con cualquiera de los bancos que existen en el estado”.
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