Rosita Quintana, recordada por sus intervenciones junto a leyendas como Pedro Infante, Luis Aguilar y Germán Valdés “Tin Tan”, falleció ayer, a los 96 años
La actriz y compositora de origen argentino Rosita Quintana, ícono de la Época de Oro del cine mexicano, falleció la madrugada de este lunes, a los 96 años, tras ser sometida a una cirugía en la que se le extirpó un tumor en la tiroides.
El deceso de la actriz, quien tuvo una extensa carrera en el Séptimo Arte nacional y como cantante de música ranchera, fue confirmado por la Asociación Nacional de Actores a través de su cuenta de Twitter.
Además de ser uno de los rostros más bellos del cine nacional, la actriz deja un gran legado en las pantallas mexicanas.
La dama de América
Trinidad Rosa Quintana Muñoz
Nació el 16 de julio de 1925, en Buenos Aires, Argentina
Murió el 23 de agosto de 2021, en la Ciudad de México
Gracias a la influencia de su abuela Carmen Alonso, quien fue guitarrista e intérprete de tango, se empezó a interesar por el canto.
Aunque debutó a los 15 años en un teatro de revista de su país natal, como la vocalista de La orquesta de los hermanos Caro, una de las más famosas de la época, fue Jorge Negrete quien la invitó a trabajar a México.
En 1947, debutó con gran éxito en nuestro país en el famoso Centro Nocturno El Patio, por lo que decidió quedarse a radicar en tierra azteca y tramitar su nacionalidad.
Su debut en la pantalla grande fue en 1948, con la película “La santa del barrio”, a la que le siguieron éxitos como “Ay, Palillo, no te rajes”, “Calabacitas tiernas”, “Soy charro de levita” y “No me defiendas compadre”, estas tres últimas junto a Germán Valdés Tin Tan, posicionándose, junto a Silvia Pinal, como la mejor pareja femenina que tuvo el famoso cómico pachuco.
En 1950, actuó en “La ausente”, bajo las órdenes de Julio Bracho, y en “Susana, carne y demonio”, bajo la dirección de Luis Buñuel.
En 1954, estrena “El mil amores”, junto a Joaquín Pardavé y Pedro Infante, una de sus películas más famosas.
Con Luis Aguilar compartió créditos en nueve películas, incluyendo las comedias rancheras “Me gustan valentones”, “Los dos apóstoles” y “Genio y figura”.
A la par de su carrera como actriz, también destacó como cantante y compositora, escribiendo temas para figuras de la talla de Guadalupe Pineda y Angélica María.
En 1990, incursionó en los melodramas, siendo su trabajo más exitoso en este rubro la personificación de una de las villanas de la telenovela “La dueña”.
En el 2005, reapareció en la pantalla grande para realizar su último trabajo, en la película “Club eutanasia”, junto a Magda Guzmán, Sergio Corona y Eduardo Manzano.