Un maratón requiere fuerza de voluntad, condición física, tenacidad, resistencia y una larga preparación que ayudará a dosificar la energía para finalizar los poco más de 42 kilómetros, pero el caso de Germán Silva será mucho más demandante: tendrá que dosificar ese esfuerzo para hacer un maratón tras otro como parte de Proyecto Pinole, uno de los más ambiciosos de los últimos tiempos, en el que el exmaratonista recorrerá 108 etapas diarias de 50 kilómetros en promedio, con un solo día de descanso por semana.
“Gran parte de este tipo de carrera es mucha meditación y, para ello, hay que estar en un punto en el que te encuentras bien para ir meditando y disfrutando”, expresa.
Este 2 de noviembre comienza el Proyecto Pinole en el que, si bien Germán irá acompañado por un equipo de más de 15 personas, habrá momentos en los que solo lo acompañen sus pensamientos.
“Correr es un lenguaje muy amplio en el tema de que tiene muchas bondades: conoces gente, lugares, países. Correr te ayuda a trascender en muchos aspectos: te lleva a crear relaciones sanas que te llevan a que las cosas fluyan bonito”.
Agrega: “He llegado al punto en el que al ir corriendo, descanso. Solo me enfoco en los objetivos (más próximos), cuando corro voy escuchando música o voy platicando si voy acompañado; luego, cerca del kilómetro 25 o 30, me gusta parar unos cinco o 10 minutos, comer algo, hidratarme y seguir, es mucho un estado mental basado en la meditación o en el estado de calma”.
La idea de hacer el recorrido nació por el gusto de Silva de trasladarse de un punto a otro y, una vez que decidió hacer el reto, realizaron 40 días de ‘scouting’ para hacer medidas y trazado de ruta.
“Es muy bonito correr en vueltas y en la pista, pero el hacer un recorrido de un punto a otro es todavía más padre: es como un tema del ser humano que necesita moverse de un lado a otro. Siempre he sido muy inquieto y me gustan los nuevos retos y el hacer maratones, aunque ya no como competencia, entonces dije: ‘¿por qué no?’. He sido muy afortunado, porque correr me ha dado todo”.
Al dimensionar las más de 100 etapas, Germán no se agüita al señalar que la mente humana es increíble y que él trabaja con trucos mentales, entre los que él destaca: “Llegas a un punto y te olvidas de lo que ya pasaste. Te enfocas a lo que viene, pero disfrutas el camino que ya hiciste, entonces, es nada más enfocarte, concentrarte y disfrutar”.
Al ser un reto que llevará el cuerpo humano al límite, Germán será acompañado por un equipo médico para obtener muestras de sangre en algunos puntos para un proyecto de “investigación médico y científico, para ver qué le pasa al cuerpo en esas 108 etapas corriendo 50 kilómetros diarios. Al final, hablamos de 128 maratones en cerca de 118 días”.
Antes de que inicie la travesía, Silva fue sometido a una biopsia en la pierna para obtener una toma de tejido graso y muscular, la cual está siendo analizada. Silvino Cubesare, ultramaratonista de ascendencia rarámuri que lo acompañará en el trayecto, también fue sometido al mismo procedimiento para tener otra referencia.
Además, el proyecto tiene como objetivo documentar todo el trayecto, que Germán dice que en un futuro le gustaría que se convirtiera en un documental.
Otra de las razones por las que decidió embarcarse en esta aventura es la gastronomía mexicana, la cual le encanta, sobre todo los chiles en nogada, las gorditas y las enchiladas; incluso, en sus recorridos hicieron una ruta de este alimento. No obstante, para Proyecto Pinole se abstendrá de comer estas delicias, pues “no puedo correr riesgos de enfermarme, además, soy muy delicado del estómago. No puedo correr ese riesgo, porque recuperarte de un problema de estómago te va a retrasar y luego no se rinde igual”, explica, y menciona que entre su equipo lo acompañarán dos cocineras.
“Tampoco debo pasarme de la raya intentando correr más rápido, porque estamos hablando de 50 kilómetros, en los que se pierde de dos a tres kilos y los debo recuperar en menos de 24 horas para estar listo para el siguiente día”.
Dentro del recorrido, Germán pasará las fechas festivas corriendo, pero lo hará al lado de su familia, quien lo acompañará en varios puntos.
“Tengo tres hijos y la más pequeñita, Suri, ya está montada en el proyecto desde el día uno, que se va a disfrazar de Catrina. Sandra, mi esposa, va conmigo la primera parte. Mi hijo mayor regresa del maratón de Nueva York para unirse a la ruta, mientras que mi otra hija estará en alguna parte del trazado”.
En diciembre, Silva recorrerá la Sierra Tarahumara, para luego dar paso a Durango y Zacatecas; para el 31, estará en Real de 14; mientras que el 9 de enero, que es su cumpleaños, lo pasará en Bucareli, Querétaro.
“¿Cómo describiría a Germán?, bueno, pues: ‘soy un enamorado de la vida que persigue sus sueños’”.
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