Nuevo modelo educativo permitirá respetar el ritmo de aprendizaje de alumnos: Usebeq

Académicos, intelectuales y personajes de la vida pública han externado preocupación, pues aseguran que con este nuevo modelo, la SEP pretende abandonar la educación moderna e implementar un plan para difundir la ideología del actual gobierno federal

Desde el 23 de febrero, los docentes de preescolar, primaria y secundaria en la entidad han participado en sesiones de trabajo y mesas de análisis respecto a la versión preliminar del “Marco curricular y Plan de estudios 2022 de educación básica mexicana” propuesto por la Secretaría de Educación Pública (SEP), que se pretende aplicar a partir del siguiente ciclo escolar, que iniciará en agosto; así lo informó Maribel Rodríguez Martínez, subcoordinadora de Gestión Educativa de la Unidad de Servicios para la Educación Básica en el Estado de Querétaro (USEBEQ).

La funcionaria sostuvo que al proponer seis “fases de aprendizaje” en lugar de grados, lo que plantea la SEP es una organización curricular interna que permitirá al docente realizar una planeación didáctica para “ser más atinado en su intervención didáctica y metodológica”. Aseveró que el “mayor beneficio” de este modelo es que los maestros podrán respetar los ritmos y estilos de aprendizaje de cada estudiante.

“De alguna manera esta transición de un grado a otro va a continuar, es solamente para una organización para enseñanza y para evaluación. Como todos sabemos, es un estilo diverso y, entonces, esa enseñanza tendría que ser diversificada (…) cada niño tiene ritmo diferente para consolidar ciertos contenidos, hay alguno al que se le da un área de desarrollo humano más que otra, esa es la principal bondad: que permitamos y respetemos estos aprendizajes, pero también va alineado a la evolución. Es decir, si un niño ha consolidado un aprendizaje, tendríamos que tener esa mirada de la evaluación formativa que permita decir: ‘Bueno, si no lo consolidó en este grado, lo va a consolidar en el siguiente’”, explicó.

Sobre si la aplicación de este nuevo modelo educativo pudiera ser una carga adicional para los docentes, refirió que al contrario, el maestro es el actor principal junto con el alumno y, además, contar con la información de manera oportuna y preliminar facilitará que no solo atiendan los lineamientos en el siguiente ciclo escolar, sino también que se organicen de una mejor manera y a tiempo.

“Ya iniciamos, de hecho ya tenemos un acercamiento a los planteamientos preliminares que nos ha hecho llegar la Secretaría de Educación Pública. Hacemos sesiones de trabajo, mesas de análisis (…) para garantizar la articulación entre niveles, pero también lo hacemos por nivel educativo; lo hacemos a través de las figuras que ya están debidamente, la estructura, que es el jefe de sector, supervisor, el director (….) es toda una estrategia que atiende diferentes momentos y diferentes formas de analizar, de escuchar a los docentes”, apuntó.

Modelo y argumentos de la SEP:

De acuerdo con la SEP: “Transformar el currículo de la educación básica es fundamental si queremos brindarles a nuestras niñas, niños y adolescentes las herramientas necesarias para construir un país y un mundo mejor”.

Sin embargo, académicos, intelectuales y personajes de la vida pública han externado preocupación al respecto, ya que aseguran que con este nuevo modelo, la SEP pretende abandonar la educación moderna y busca implementar un plan para difundir la ideología del actual gobierno federal.

El “Marco curricular y Plan de estudios 2022 de educación básica mexicana”, al que se puede acceder a través del sitio web de la SEP, expone la implementación de seis fases del aprendizaje, en vez de grados escolares.

La primera fase es educación inicial, de cero a tres años; la segunda, educación preescolar, de tres a seis años; la tercera, primero y segundo de primaria, de seis a nueve años; la cuarta, tercero y cuarto de primaria, de nueve a 11 años; la quinta, quinto y sexto de primaria, de 11 a 13 años; y, finalmente, la sexta, enfocada a estudiantes de 13 a 15 años, de primero, segundo y tercero de secundaria.

El documento refiere que en el modelo propuesto por las autoridades educativas a nivel federal se tiene como centro a la comunidad “como eje articulador de los procesos educativos”, ya que “una de las características de la escuela pública es que en ella los conocimientos se transforman en bienes comunes y, por lo tanto, proporciona a sus estudiantes el potencial para transformar el mundo. Reúne a niñas, niños y adolescentes en torno a lo común, aquello que es en el mundo y que se hace disponible para una nueva generación”.

Pero el documento también precisa: “El plan despliega la estructura curricular que organiza los contenidos y secuencia temporal para su desarrollo, aunque hay que reconocer como hecho que un plan de estudios no se incorpora a las escuelas del país de manera lineal o literal, ni es deseable que se aspire a ello”.

La SEP puntualiza que las diferentes reformas curriculares desde 1992 a 2017 han traído como consecuencia que:

1. “Se ignore la diversidad como elemento instituyente del currículo nacional”.

2. “No se dé prioridad a aquellos contenidos que sean verdaderamente significativos para las y los estudiantes”.

3. “Se mantenga una estructura curricular que favorece la fragmentación del conocimiento”.

4. “Se elaboren libros de texto dirigidos a las y los maestros, cuando deben centrarse en las y los estudiantes, cuya estructura dirige la enseñanza a través de secuencias didácticas que no consideran el contexto educativo de las escuelas”.

Documento de trabajo carece de aspectos operativos

Tras externar estar a favor y promover que en el sistema educativo se trabajen las habilidades para la vida, la presidenta del Colegio de Pedagogos, Psicopedagogos y Profesionales de la Educación del estado, Anna Gabriela E’vers Cisneros, indicó que aunque la SEP sacó un documento de trabajo que está en proceso todavía, carece de los aspectos operativos.

Subrayó que la propuesta de que se consideren en el nuevo modelo aspectos como la identidad de género, cultura y educación inclusiva es positiva; sin embargo, aún no está claro cómo se va a implementar.

“Se ha comentado esto de quitar los grados y poner las fases; se ha hablado de que en cuanto a los contenidos que se van a estar dando y que se quieren hacer de cogenerar a la escuela como una comunidad, eso siempre ha existido: la escuela es el lugar donde todos, desde nuestra primera infancia, acudimos para desarrollar, además de las cuestiones cognitivas, habilidades sociales”, dijo.

Asimismo manifestó que el marco curricular y plan como política educativa “llega tarde” y se tendrá que analizar cómo se adapta todo el sistema, con la aspiración de que pueda ser un proyecto de larga duración con continuidad en el próximo sexenio.

Igualmente explicó que, en muchas ocasiones, los modelos educativos no parten de diagnósticos reales, sino de percepciones, y afirmó que sería positivo que la SEP, a través de foros, detalle los pormenores del plan y considere las propuestas, no solo de los docentes, sino de todos los que participan en la educación básica del país.

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