Dentro de 10 años, la extracción primaria de mercurio debe ser erradicada en 128 países, entre ellos, México, en cumplimiento a lo establecido por el Convenio de Minamata, por lo que las minas de dicho metal deberán dejar de operar en la Sierra Gorda del estado de Querétaro en 2032.
Aunque es uno de los elementos químicos más usados alrededor del mundo, principalmente, en termómetros, bombas de vacío y lámparas fluorescentes, sus efectos en la salud de las personas “son devastadores”, ya que puede dañar las funciones cerebrales y el sistema nervioso.
Por lo anterior, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que este metal “es extremadamente peligroso para las mujeres y los fetos, ya que se transmite a través de la placenta”.
Ante esta realidad, la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Secretaría de Desarrollo Sustentable del estado de Querétaro (Sedesu), la Dirección General de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático impulsarán, a partir del 25 de agosto, una iniciativa para regular la minería de mercurio en la región serrana, donde dicha actividad representa uno de los principales motores de la economía local.
Y es que, de acuerdo con datos de Sedesu, aproximadamente mil 415 personas se dedican a la extracción de este metal en los municipios de Pinal de Amoles, Cadereyta de Montes, Peñamiller y San Joaquín; además, unos 4 mil 245 habitantes se benefician económicamente.
“El problema es que conforme van sacando las piedras de mercurio, los mineros se las llevan a los hornos que generan vapores muy contaminantes, a los que está expuesta la gente directamente (…) pero también las familias recogen las piedras, las llevan a sus casas y en sus casas tienen hornos artesanales; entonces, el problema se multiplica por la cantidad de familias que también se dedican a la extracción de mercurio (…) el problema es muy serio, mucha gente depende de esta actividad primaria en la Sierra Gorda”, explicó la rectora de la UAQ, Teresa García Gasca.
Una muestra del peso económico de la actividad minera, en el estado de Querétaro es que el valor de la producción de metales ascendió a más de 383 millones de pesos y 9 mil millones de pesos por minerales no metálicos, según las cifras del Anuario Económico 2021.
“En esta región, el mercurio se extrae en hornos artesanales que exponen a los mineros y a sus familias a niveles elevados de mercurio, incluso 20 veces mayores a los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud, y esta fuente por sí sola fue responsable del 74 por ciento de las emisiones totales en México. El mercurio es altamente fugaz, por lo que es fácil que se disperse en otras zonas”, alertó la Semarnat.
La dependencia federal detalló que, pese a la entrada en vigor del Convenio de Minamata en 2017, la extracción y comercio informal de dicho elemento ha aumentado, debido a que es empleado para la producción artesanal de oro y plata en Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador.
Los principales productores de este metal son China, Tayikistán, México, Argentina, Perú, Noruega y Kirguistán.
En la región de la Sierra Gorda, la minería de mercurio se concentra en comunidades como Ánimas, Río Blanco, El Soyatal, Plazuela, Bucareli, Maconí, Santo Entierro, San Juan Nepomuceno y Calabacillas.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente alertó que las actividades humanas han elevado las concentraciones totales de este elemento en la atmósfera en 450 por ciento por encima de los niveles naturales.
“El mercurio de las actividades humanas ahora se puede encontrar en las áreas más remotas, en mamíferos marinos y peces en el Ártico, y en el fondo de la Fosa de las Marianas, el lugar más profundo del océano”, puntualizó el organismo de la ONU.
Por su parte, la Semarnat ha detectado por lo menos nueve minas contaminantes en la zona serrana del estado de Querétaro: La Barranca, en Cadereyta de Montes; Maravillas y El Otatal, en San Joaquín; La Fe, Cristo Vive y Camargo, en Peñamiller; Los Santos, La Soledad y Las Higueras, en Pinal de Amoles.
De cara a la eliminación de la distribución, comercialización y extracción de dicho metal en 2032 en todo el mundo, la rectora de la UAQ enfatizó que el principal reto ahora es apoyar a las personas que viven de la minería primaria en la Sierra Gorda.
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