Una herramienta tecnológica basada en la inteligencia artificial permite medir en pocos minutos el nivel de estrés de una persona mediante el análisis de su voz, abriendo la posibilidad de detectarlo y prevenirlo tempranamente en el ámbito laboral, considerado una de las principales fuentes de tensión nerviosa
Las causas del estrés son conocidas: cualquier hecho o pensamiento que nos haga sentir frustrados, furiosos o nerviosos. En la actualidad lo desencadenan sobre todo factores como el coste de la vida, la incertidumbre acerca del futuro, las finanzas personales y la alta carga de trabajo, según el estudio Well-Being 360, de la firma de seguros de salud para empresas Cigna.
También se conocen los efectos de este trastorno consistente en la tensión física o nerviosa que experimentamos como reacción ante un desafío, demanda o situación agobiante, y que van desde reacciones psicosomáticas, o “manifestaciones físicas del dolor mental”, hasta trastornos psicológicos severos como la depresión.
Sin embargo diagnosticar el estrés observando sus síntomas físicos y emocionales (inquietud, dolores de cabeza, falta de concentración, cansancio, problemas para dormir, malestar de estómago) y a través de cuestionarios y pruebas fisiológicas al paciente no siempre resulta sencillo, rápido y preciso.
Ahora, una nueva herramienta tecnológica, desarrollada por Cigna (www.cigna.com) y considerada la primera de estas características, permitirá medir los niveles de estrés de una persona en pocos minutos, analizando su voz y permitiendo visualizarlos en una pantalla informática, “haciendo visible este desorden invisible, que afecta al cuerpo y a la mente”.
Los oídos de la inteligencia artificial
“La herramienta Cigna StressWaves (CSW) utiliza una tecnología innovadora que se basa en algoritmos informáticos y en el ‘machine learning’, una rama de la Inteligencia Artificial o IA, que permite que las máquinas aprendan sin ser expresamente programadas para ello”, explica a EFE Ana Sánchez de Miguel, directora de Recursos Humanos de Cigna España.
El ‘machine learning’ (o aprendizaje automático) permite identificar patrones en grandes conjuntos de datos para hacer predicciones, clasificaciones e inferencias, y descubrir información clave, imitando la forma en la que aprenden los seres humanos, con una mejora gradual de su precisión.
En el caso de la prueba CSW, esta tecnología de IA permite identificar patrones en los registros acústicos que se obtienen de una persona, requiriendo solamente que esta hable ante un micrófono durante 60 segundos para poder captar y medir sus palabras, las pausas, la respiración y el tono de su voz, para realizar, con base en ello, una lectura de su nivel de estrés, según De Miguel.
Señala que para esta prueba (https://es.cignaglobal.com/stress-care/employers/stress-experts/stress-waves/voice-tool), se le efectúa a la persona una serie de preguntas relacionadas con las causas que pueden estar produciéndole estrés para ver cómo reacciona su cuerpo.
Son preguntas del estilo: “¿qué te ha estado preocupando últimamente?”, “¿qué es lo que más te estresa ahora mismo?” o ¿cómo ha estado tu salud mental en las últimas semanas?”.
La voz delata el nivel de tensión
Este sistema analiza la elección de palabras que utiliza la persona para responder y las detenciones que realiza al hablar.
“Tras completar la prueba del CSW, recibes por correo electrónico los resultados, así como una representación visual de tu nivel de estrés, el cual se puede encontrar entre uno de los siguientes cinco niveles: bajo, bajo-moderado, moderado, moderado-alto y alto”, explica De Miguel.
Esta entrevistada señala: “Aunque muchas veces no nos damos cuenta del nivel de estrés que estamos experimentando, esta tensión tiene efectos perjudiciales sobre nuestra salud”.
Advierte que un elevado porcentaje de la población sufre niveles de estrés constantes que afectan a su salud y bienestar generándoles dolores físicos, fatigas, bajos estados de ánimo e irritabilidad, y que este problema va en aumento en el ámbito laboral, afectando cada año a más personas y elevando el riesgo de que sufran algunas enfermedades crónicas.
El estrés no solo supone un problema de salud para la sociedad que se refleja en la vida personal y en la laboral, sino que además es un importante enemigo para las empresas, según De Miguel.
“Si no se le da la importancia adecuada, este problema puede mermar la productividad y la autoestima en los equipos humanos, así como su motivación, compromiso y responsabilidad, afectando los resultados corporativos”, explica.
En ese sentido, la nueva prueba CSW puede ser una herramienta innovadora para que las empresas cuiden de modo proactivo la salud y la calidad de vida de sus empleados, utilizando la más alta tecnología para detectar, prevenir y mantener a raya los niveles de estrés nocivos, en opinión de esta directiva.
A veces damos por hecho que un dolor de cabeza, de espalda, la falta de energía o el mal humor se deben al cansancio o a estar mucho tiempo fuera de casa, cuando en realidad pueden derivar del estrés que se ha ido generando a lo largo del día sin que nos demos cuenta, por ejemplo, en el entorno de trabajo, donde pasamos la mayor parte del tiempo, señala De Miguel.
“Hasta que el estrés no alcanza unos niveles realmente altos, no somos conscientes de los efectos que puede llegar a tener sobre nuestra salud y bienestar. Medirlo periódicamente a través de la voz podría evitar que lleguemos a esos extremos, ayudando a controlarlo o reducirlo, según la situación de cada uno”, indica.
Para Sánchez de Miguel sería recomendable que las plantillas de trabajadores se hicieran la prueba del StressWaves “mensualmente, a principios o a finales de cada mes, para poder hacer un seguimiento adecuado de los niveles de estrés, aunque en algunos casos ese lapso podría ampliarse dependiendo del tipo de trabajo y empresa”.
“Esto permitiría a las empresas ver cómo están sus empleados y tomar medidas en aquellos casos en los que se vea que los niveles de estrés se han disparado”, concluye.