Licencias de paternidad, fundamentales para cerrar trabajo no remunerado

En Querétaro, el diputado priista Paul Ospital ingresó al Congreso local una iniciativa de reforma a la “Ley de los trabajadores del Estado de Querétaro”, que busca brindar una licencia parental igualitaria

En el país hay 15 millones 785 mil madres trabajadoras, que representan 72.9 por ciento de la población femenina económicamente activa en el país, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). A pesar de estas cifras, las políticas públicas dirigidas a este sector de la población siguen siendo insuficientes ante la urgencia de disminuir las brechas que existen en el trabajo de crianza y de cuidados en el hogar.

Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente en el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), señaló que una de la grandes barreras que tienen las mujeres para entrar al mercado laboral, generar sus propios ingresos y consolidar su carrera profesional es que invierten mucho tiempo en trabajo en casa y en cuidar a sus hijos sin que este sea trabajo remunerado.

Mencionó que la licencia de paternidad, que en México se llama permiso de paternidad, es una política fundamental porque es una de las herramientas desde el mercado laboral más poderosas para cerrar la brecha de trabajo no remunerado.

Explicó que una de estas grandes diferencias entre hombres y mujeres tiene que ver con las licencias de maternidad que son licencias para que cualquier mujer que tiene un empleo formal pueda acudir a la institución de seguridad social que le corresponda y solicitar 84 días de permiso cuando sea el nacimiento de su hijo.

“En el caso de los hombres, estos tienen un permiso de paternidad con goce de sueldo, es decir, que en las empresas donde laboran tienen que darles a los trabajadores cinco días con pago ante el nacimiento de un hijo; ahí las reglas no son parejas para nada, primero, en la longitud, y ahí la diferencia en la que la ley grita que a mamá le toca cuidar a este nuevo ser”.

Dijo que la diferencia entre “licencia” y “permiso” es muy importante, porque la licencia implica que lo cubre el Estado con recurso de la institución de seguridad social; mientras que en el caso del hombre lo cubre la empresa o el centro de trabajo en donde labora esta personas, lo cual, consideró, da pauta a que se generen “toda clase de incentivos perversos”.

Subrayó que para crear políticas públicas que fomenten la diversidad e inclusión es fundamental sentar un piso parejo tal como se realiza en los países nórdicos, en donde ambos padres tienen una licencia que dura lo mismo, es obligatoria e intransferible.

“Hoy pedir eso para el país está lejanísimo y lo que se pide es empezar a ofrecer los permisos ampliados. Estos, sabemos de empresas que lo han hecho y también de muchos gobiernos, como Nuevo León y Quintana Roo, en donde los funcionarios de los gobiernos estatales ya tienen hasta 60 días”.

No obstante, añadió que los estados tienen un margen de maniobra muy acotado porque en realidad solo pueden implementar estas iniciativas de permisos de paternidad con sus propios trabajadores, pero esto no implicaría que haya una obligatoriedad, ya que eso corresponde a la “Ley federal del trabajo”.

En Querétaro, en marzo pasado, el diputado priista Paul Ospital Carrera ingresó al Congreso local una iniciativa de reforma a la “Ley de los trabajadores del Estado de Querétaro” que busca brindar una licencia parental igualitaria, con protección del empleo y remunerada a todas las madres y los padres de las dependencias públicas.

Esta iniciativa propone dos semanas de permiso retribuido para ejercer la paternidad responsable, tanto por parto como por adopción, y que el plazo deberá incrementarse año tras año. Sin embargo, esta propuesta legislativa sigue rezagada en la 60 Legislatura, situación que lamentó el legislador local priista.

Al respecto, el académico de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Hernando Hernández Nava, de la asociación Cómplices por la Igualdad, dijo que esta iniciativa es limitada al ser dirigida exclusivamente a los trabajadores al servicio del Estado; no obstante, reconoció que permitiría generar un precedente a nivel local.

“Nos parecía que es importante incorporar la perspectiva de género en esta iniciativa porque creemos que no se trata de una discriminación de género, no, sino que más bien es importante para la transformación de un cambio cultural el involucramiento de los hombres, no tanto del derecho de los hombres a la licencia de paternidad, sino más bien de las infancias a los cuidados”.

Recalcó que, además del aumento de días por licencia de paternidad, es muy importante generar un proceso educativo ligado tanto a un derecho como a una obligación.

“Si los hombres no pasamos por un proceso de sensibilización, reflexión y educación sobre el tema de los cuidados y la paternidad, pues, puede generar más nivel de trabajo para las mujeres después de su trabajo de parto y un escaso involucramiento de los hombres en los cuidados”.