Plagio: una cuestión estructural en el sistema educativo del país

Las universidades europeas, norteamericanas y canadienses sancionan el plagio con expulsión inmediata, pero en México hay vacíos en la legislación y falta de voluntad política para atender el tema

Existe una falta de voluntad política por parte de las universidades para enfrentar el plagio, consideró Edita Solís Hernández, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), quien durante su trayectoria ha dirigido distintos proyectos de tesis.

En los últimos 10 años, la UAQ ha detectado tres casos de plagio, refirió por su parte la rectora Teresa de Jesús García Gasca; sin embargo, Solís Hernández aseveró que el plagio es más común de lo que reportan las propias instituciones.

“Es una cuestión de voluntad política ahora. ¿Por qué no se quiere enfrentar este tema?, porque entonces quedaría en entredicho, pues, yo creo que más del 60 por ciento de las tesis y de los títulos del país; el no reconocer el plagio es una cuestión política que cimbraría a las mismas instituciones”.

Mencionó que existen diversas formas en las que se puede incurrir en plagio, las cuales están señaladas en libros, manuales o lineamientos emitidos por las instituciones académicas, pero, señaló, hay una resistencia a reconocerlo cuando se presenta.

“Cuando a las personas les dicen que hacen plagio, además, se ofenden muchísimo, pero se ofenden porque no saben qué cosa es el plagio o a lo mejor se ofenden porque sí saben, pero quieren defenderse, ¿no?”.

Dijo que, en las universidades europeas, norteamericanas y canadienses, el plagio está muy bien catalogado y se sanciona con una expulsión académica inmediata; sin embargo, recalcó que en México falta que las universidades sean lo suficientemente valientes como para legislar sobre el asunto y aplicar sanciones.

Estudiantes deben adquirir la capacidad de tener un pensamiento crítico…

Para Edita Solís Hernández, el problema del plagio tiene que ver con una cuestión estructural del mismo sistema educativo: por un lado, la falta de una cultura de lectoescritura que se desarrolle desde la educación básica, pues consideró que actualmente no existe el nivel suficiente para escribir ideas propias, desarrollarlas y sostener un diálogo con las de otros, y mucho menos, afirmó, para escribirlas con el uso del aparato crítico.

“La lectoescritura implica no estar alfabetizado, porque estar alfabetizado, decimos que puede leer un anuncio, puede leer los subtítulos de una película, puede escribir un recado”.

Recalcó que es indispensable que los estudiantes adquieran la capacidad de tener un pensamiento crítico, es decir, de elaborar criterios sobre lo que observan o escuchan, y poner pautas para hacer una valoración y no realizar una sola repetición.

En otro punto, la docente mencionó que durante su paso por la universidad ha observado que no todos los profesores tienen la formación suficiente para leer y detectar el plagio, porque consideró que detectar plagios implica el dominio de tu área de conocimiento, del estado de la cuestión y la formación constante que se da, por ejemplo, al acudir a congresos.

“Implica que estás activa académicamente, por tanto, es muy fácil para ti detectar un plagio académico. Entonces, la mayor parte de los profesores, como no tienen una formación académica, digamos profesional, de carreras, su ‘expertise’ en la lectura no alcanza el nivel para detectar el plagio académico”.

UAQ prepara nuevos lineamientos para sancionar

La rectora de la UAQ dijo que en la universidad, en todas las tesis de grado, se tiene que cumplir con tener una constancia de que se ha pasado el programa antiplagio que la universidad tiene contratado.

No obstante, explicó que, en la actualidad, cuando se detecta un caso de presunto plagio, se remite a la Oficina del Abogado General para que se realice todo el proceso de investigación correspondiente y, en el caso en que se afirme que fue plagio, se hacen las aclaraciones correspondientes.

“Cuando es el autor de la obra el que el que mete la queja, entonces se toman las debidas cartas en el asunto para hacer las aclaraciones correspondientes o para que se solicite quitarle a la obra lo que haya sido motivo de plagio, o sea, la obra que plagió a la otra, bajarla o hacer los ajustes, las aclaraciones o las erratas correspondientes”.

Afirmó que la universidad está trabajando en la generación de los Lineamientos de Integridad Académica y Científica, en donde se estipulará cómo se debe manejar el tema cuando se trata de un presunto plagio y qué tipo de sanciones tendrían que implementarse.

Formas de plagio según Turnitin:

1. Clonación: presentar el trabajo de otra persona como propio, copiado palabra por palabra.

2. Mosaico: material copiado de múltiples fuentes que encajan bien.

3. Copiado y pegado: incluir amplios pasajes de texto de una única fuente, sin modificarlos.

4. Remix: mezclar material parafraseado extraído de múltiples fuentes.

5. Búsqueda y reemplazo: cambiar palabras y expresiones clave sin alterar el contenido esencial de las fuentes.

Personalidades acusadas de plagio en el país:

– Ministra Yasmín Esquivel Mossa.

– José Antonio Romero Tellaeche, director del CIDE.

– Enrique Peña Nieto, expresidente de México.

Legislación:

Hay sanciones estipuladas en el “Código penal federal”, en el capítulo “De los delitos en materia de derechos de autor”. El artículo 424 dice: “Se impondrá prisión de seis meses a seis años y de 300 a 3 mil días de multa (…) a quien use en forma dolosa, con fin de lucro y sin la autorización correspondiente obras protegidas por la Ley federal del derecho de autor”.